Se trata de Internet, no hay otros temas

La mitad de la población mexicana cuenta con medios de acceso a Internet. Este porcentaje se duplicó en 7 años (según recuerdo vagamente) y no dudo que llegaremos al 100% de cobertura en menos de 7 años más.

Ayer mientras el senador Javier Lozano mentía diciendo que se habían eliminado restricciones a Internet en el proyecto de ley de Telecomunicaciones y bajaba un poco la ansiedad de los que protestaban contra esas restricciones, se elevaban voces que insistían «Internet es solo una parte, la #LeyTelecom tiene muchos otros defectos».

Les cambio todos los otros defectos por que dejen Internet en paz.

Si aseguramos que no haya interferencia con la red y siga siendo el terreno fértil para la creatividad y educación que ha sido hasta ahora, ganamos todos.

Claro que no todo son flores, hay bastante basura, pero ya tenemos leyes para lidiar con la basura. El Subsecretario de Comunicaciones usaba uno de los comodines favoritos de los «guardianes de la corrección», la pornografía infantil (el otro es el más genérico «seguridad» que siempre surge cuando no te quieren explicar algo), para explicar que era necesario incluir provisiones de geolocalización de ciudadanos, bloqueo de servicios y censura de contenidos, todo sin ningún requerimiento de intervención judicial, en el proyecto de ley.

¿No hay ya leyes que castigan la producción, distribución y acceso a pornografía infantil? ¿Así de atrasados estamos en México? ¿O simplemente están repitiendo la muletilla porque quieren montar su propia NSA que todo lo ve y lo puede, a la par de cagarse en los derechos de los ciudadanos? «Queremos monitorear la ubicación de todos y que los ISP guarden registro de todo para que si a alguno se le ocurre ver una foto de un menor, lo cachemos». Ok, también pongan cámaras en cada calle, cada casa, cada habitación y cada baño, porque seguro alguien tiene las mismas fotos impresas.

Joden con Internet para preservar el negocio de sus grandes amigos, los medios masivos, a quienes les deben su trabajo. Otro de los «defectos» del proyecto de ley es que no ataca el monopolio Televisa-Azteca en televisión. Sí, son dos, pero es un oligopolio donde los únicos 2 participantes son socios en negocios de enorme importancia, suficiente como para que coordinen sus restantes actividades.

Imaginemos que perfeccionan el texto de la ley y rompen con el monopolio. ¿Cuántas más cadenas de TV abierta habría? ¿Otras dos, con dos canales cada una? Sumamos 96 horas de programación por día, si pusieran contenido original 24×7. La última estadística de Youtube que recuerdo dice que POR MINUTO se agregan 65 HORAS de contenido a la red.

Dejen que Televisa y TV Azteca se queden con su monopolio. Dejen que sigan produciendo basura 8 horas por día. En cinco o diez años van a implotar, cuando más gente prefiera entrar a Khan Academy o a pendejear en Facebook chateando con amigos que a ver la última novela actuada por marionetas y escrita por tipos en coma. Dejen que la misma MPAA le joda la existencia, haciendo que las películas lleguen 2 años tarde a la pantalla para su «estreno».

Imagino las horas de lobby insomne para que no incluyeran criterios de accesibilidad para personas con discapacidades en el texto del proyecto. La cantidad de reportes financieros con los nuevos costos mostrando que los márgenes se reducirían un 1% y eso es inaceptable.

Otra vez pensemos que la ley «se perfecciona» y logran imponerles alguna obligación a las cadenas de TV. Closed captioning o lenguaje de señas, etc. ¿Crees que eso compite con las posibilidades de Internet, donde el contenido se puede procesar con mayor libertad, sin estar preso de las limitaciones de un dispositivo como es el televisor? ¿Pausar, comenzar de nuevo y probar otros estilos/proveedores/idiomas de subtítulos? ¿Cargar solo el audio en el teléfono y salir a caminar?

Parece mentira que tantos años después tengamos que seguir explicando que Internet es el futuro y tratar de ponerle grilletes solo consigue que florezca más fuerte en otras direcciones.

El Estado, ese extraño enemigo

Estado y ciudadano son entes antagónicos. ¿Y el Gobierno? Solo una jauría de mercenarios contratados para lidiar con toda la basura que como burgueses delicaditos no queremos ver o no sabemos manejar.

Mientras Estado y Gobierno gastan ingentes cantidades de dinero (en sus mejores amigos, los medios masivos) intentando hacernos creer que «Todos somos México» o «Juntos podemos todo» en las aperturas de mundiales y juegos olímpicos, con la mano izquierda pasan leyes que sistemáticamente perjudican los intereses particulares, en pos de perpetuar su estancia en el poder, la impunidad en caso de una transición, o si fuera posible, ambas opciones, que para eso están los políticos de oficio.

Cuando las tribus nómades delegaron poderes en el consejo de ancianos, la razón era evidente: esos viejos habían visto todo. Eran los que sabían dónde ir a cazar según la temporada y también los que habían visto ríos desbordados regresar a su cauce sin intervención divina (o con, ellos saben más). Los viejos eran tíos de varios y abuelos de casi todos, así que resultaba fácil confiarles las decisiones que afectaban a la tribu completa.

El Estado moderno es la versión estructurada y reglamentada de ese consejo de ancianos, al cual con el paso del tiempo se le fueron asignando más atribuciones y responsabilidades, principalmente por voluntad de los que viven de ser parte del Estado, y no por deseo o necesidad específica de la gente. Esa línea de comportamiento sigue incontestada desde que arrancó, porque el ser humano es un chimpancé flojo dispuesto a sacrificar cualquier valor abstracto como libertad o privacidad con tal de no tener que hacer una fila en una oficina pública.

Que el Estado como entidad exista está bien, porque estos chimpancés huevones se preocupan por cosas que les son cercanas y no tienen perspectiva para «los grandes asuntos». Así nadie se preocupa mucho por hacer que se respeten las fronteras, hasta que te toca pedir visa para visitar a tu abuela; y si no me crees, fíjate en la solidaridad de los otros conductores cuando compartes una esquina con otros 20.

El ideal constitucionalista latinoamericano de 1850, cuando medio mundo andaba buscando textos para imitar, dicta: el poder fluye de abajo hacia arriba, el ciudadano es rey, los estados son soberanos y delegan en la Federación (o República, dependiendo del punto en el espectro donde se posen) una serie de atribuciones y responsabilidades bien reglamentadas para «proveer al bienestar general» y otras pastillitas de opio p’al pueblo.

De ahí a donde estamos, podríamos decir que en Latinoamérica le debemos dar las gracias a los militares, tiranuelos y dictadores «democráticos» en el caso del PRI en México, pero el fenómeno es mundial: nunca en la historia un gobierno derogó leyes proclamadas por sus predecesores, cuando estas leyes quitaban derechos al pueblo o extendían la injerencia del Estado.

Estado y ciudadano son entes antagónicos. El Estado es un mal necesario, una eficiente aspiradora de recursos que después consume de la peor manera. No somos amigos. No SOY el Estado. Y mucho menos el Estado usa MI dinero, como vociferan algunos trasnochados. Una vez transferido vía impuestos y otros atracos, es del Estado y con él hacen lo que les viene en gana. Nunca vas a zafar de una paliza policial esgrimiendo que tu dinero les paga el sueldo, solo te vas a amargar más creyendo que los toletes se compraron con tu impuesto predial.

¿Ya te agarró el miedo? ¿Ya te das una idea de la magnitud del problema? Con el discursito de «el Estado eres tú» hay una oligarquía que dicta las leyes que regulan los impuestos que pasas a deber para pagarles sus sueldos, viáticos y la redistribución de riquezas a una serie de amigos que resultan siempre ser los mismos, no importa quién gobierne. Todo mientras una parte de esa oligarquía produce TV que sirve de relleno entre los anuncios de «siéntete bien, entre todos construímos esta carretera, pero solo se la pagamos a ICA».

Votarlos o no, no hace nada. La oligarquía está preparada para la transición. Con doce años en México, me bastaron los primeros tres para conocer a todos los actores políticos, que hoy siguen siendo los mismos, salvo un par de novatos como Manuel Velasco que no había nacido cuando llegué. La sangre no se renueva en esos círculos, se recicla.

Un pueblo dormido hace un Estado tranquilo y eso es perjudicial para el individuo. Hay que votar, porque esa es la señal que entienden, pero apenas los votaste, hay que monitorear. Votarlos y odiarlos en el mismo acto de expresión política, de responsabilidad cívica. Exigir transparencia y ejercer los derechos a información para exhibir los comportamientos turbios. Informarse porque ese también es un deber cívico, más importante que respetar los semáforos o la investidura de la que ellos mismos se burlan.

Joderlos por joderlos, porque demasiado poder ya les dimos. Ahora que no sea gratis. Que trabajen para mantenerlo.

Sobre startups, buzzwords, incubadoras y optimismo

Y no necesariamente en ese orden.

El jueves pasado publiqué un artículo en ALT1040 donde doy un vistazo al panorama emprendedor tecnológico de México. Fui bastante duro en algunas apreciaciones, generalicé bastante en todas, pero estoy contento con las reacciones que desperté, 99% de acuerdo en todo o parte, 100% de acuerdo en que son temas que hay que tocar para que no se nos pierda de vista que falta mucho todavía.

De todas las respuestas, la más extensa y meditada fue la de Eme Morato en StartupBuzz.la, donde recorre más o menos en orden las ideas que expresé, cosa que ni yo hice mientras escribía. Voy a tratar de responder a lo que me parece impreciso y seguro me voy a desviar, pero en general coincido con todas sus propuestas, así que mejor ir a leerlo y regresar.

¡Soy optimista!

Es lo primero que quiero aclarar. Creo a ciegas en el tremendo potencial de México para convertirse en un polo tecnológico y de innovación. Mi postura «negativa» es hacia el sistema educativo y el entorno cultural actual de México: quien quiera convertirse en un líder de pensamiento e innovación, deberá hacerlo A PESAR de la educación que él y sus padres recibieron. En México hay humanos con un potencial infinito, como en el resto del mundo. También hay condiciones económicas que pueden colaborar con la concreción de ese potencial, a la par que el entorno cultural y educativo conspiran activamente en contra de ello, como otras veces intenté hacerlo notar.

Si me preocupo por las condiciones actuales es porque el futuro también me entusiasma y quisiera ver un camino más claro, vía la unión de fuerzas oficiales y privadas para allanar ese camino.

¡Y hay un montón de talento!

Ser la economía número 13 o 14 del mundo según a quién le pregunten, no ocurre en un vacío. Mucho de eso está atado al petróleo o la manufactura y el comercio exterior, pero sería miope pensar que no hay «derrama» de esos talentos de producción, management y otras áreas de negocio hacia el resto de la economía.

Lo que ocurre, al margen del porcentaje marginal de gente que sale top of the class de una universidad elitesca, con un par de cursos o intercambios en otros países, es que es tan grande el porcentaje de talento incompleto del que hablo en el artículo original, que afecta negativamente el desarrollo del potencial innovador tecnológico conjunto de la economía.

Esto viene de múltiples experiencias vistas y vividas en las empresas que participé: las referencias culturales «generales» tienen influencia en las estructuras de pensamiento y pueden ser decisivas en la capacidad de interacción de un individuo, complementando o disminuyendo su capacidad de desarrollar tareas complejas de manera autónoma y de trabajo en equipo. Piensa en ello la próxima vez que te preguntes «¿Por qué tengo que estar explicando algo tan básico, en primer lugar?» como yo lo estoy haciendo en este instante.

Di NO a Lean Startup como sustituto de un cerebro

Lean Startup, para quien no conoce el tema, es una tecno-religión cuyo postulado más visible es que al momento de conformar una startup y su oferta, en lugar de quemar toda la energía disponible en un solo disparo (por ejemplo encerrándose 6 meses a desarrollar software antes de lanzarlo), hay que ir dando pasos más pequeños y manejables, testeando cada avance contra un hipotético mercado, para asegurarse que no se está incendiando dinero ni energía. Como diría cualquier abuelo: en resumen, no ser un imbécil con el dinero,  tiempo y esfuerzo de los socios.

Es claro que guías como LS sirven y allanan algunas porciones del camino, pero los humanos se radicalizan y comienzan a rezarle a San Eric Ries como si fuera la respuesta a todas las preguntas, hechas o no. Tengo varias observaciones sobre esto:

  • Tiendo a desconfiar de los que proponen recetas mágicas para empresas, y viven de los libros y presentaciones que dan. Mejor habla de lo que haces, no de lo que crees saber. Prefiero correr el riesgo de equivocarme alguna vez, antes que resignar este principio.
  • Aunque Morato está 100% en lo cierto: es la aplicación del método científico a la decisión de desarrollar una aplicación con determinadas funciones o no, eso suena grandilocuente. Lo llamemos compendio de sentido común, y reconozcamos que Dale Carnegie ya ganó el premio a las obviedades impresas diciendo «si quiere relacionarse mejor con los humanos, apréndase el nombre de su interlocutor».
  • Este tipo de cosas  son «muletas» artificiales que se vuelven redundantes cuando se eleva el nivel de educación promedio del mercado. Si a cada persona que quiere poner un negocio le tienes que explicar que no tiene que ser idiota con el dinero, hay un problema a largo plazo en toda la economía.
  • Cuenta la leyenda que cuando hacían la investigación de mercado que regiría la comunicación de la línea de faxes de Xerox, la respuesta unánime fue que nadie quería mandar cartas por teléfono. Henry Ford dicequedijo «Si le preguntas a la gente qué quiere, te responderán que un caballo más rápido.» Yo sigo sin querer que fotos mías reciban likes de ex-compañeras de escuela de mi esposa, pero ahí está Facebook. Hay ideas que resisten todo intento de exploración con el público, mientras que hay otras imposibles de redimir, no importa la cantidad de iteraciones que intentes.
  • Supongamos que después de varios ciclos de ensayo y error, se llega a la conclusión que no había un negocio viable atrás de las intuiciones de los emprendedores. La lógica dicta que uno guarda los instrumentos, regresa a cero, piensa en otra cosa y, si la energía subsiste, comienza de nuevo. El mensaje que más veces escuché en los últimos años es «¡PIVOTEA!», que es un anglicismo usado para «Haz otra cosa, no te salgas de la vorágine, sigue en el juego, aunque tu primer intento se desmoronó hace 5 minutos, ya que tienes la boca abierta grita algo y cambiemos de rumbo.»
    • Entonces terminas haciendo el enorme esfuerzo y sacrificio personal que implica montar un negocio de cualquier tipo, para algo que no estaba en tus intereses originales. Un proyecto que comienza para hacerle la vida fácil a los dueños de iguanas se transforma para proveer estadísticas a laboratorios de productos veterinarios, o algo peor. Soul sucking.
    • Según quienes emiten la mayor cantidad de loas a los proyectos pivoteantes, la presión para pivotear viene de quienes ya tienen dinero puesto en el proyecto, llámese incubadora o inversor ángel: «Qué bien que no incendiaron la plata en esa idea fumada, ahora vayan a armar algo con mejores perspectivas de darme un exit

Endeudarse vía inversión externa

Una de las ventajas de tener 21 años de experiencia en el mercado es que mucha gente intuye que sabes de qué hablas, pero ese no fue el caso de la explicación sobre cómo las incubadoras no dan un préstamo, sino es una inversión en toda regla, etc.

Vamos paso a paso, porque  parece que falta un refresher. Además, me gustaron los bullets del apartado anterior.

  • Las incubadoras, aceleradoras y fondos de capital de riesgo son intermediarios financieros en general (hay excepciones). Reciben dinero de varias fuentes, con el mandato de invertirlo en proyectos de alto potencial de crecimiento y eso es equivalente a alto riesgo.
  • Por el momento de inversión y lo volátil del valor futuro, compran un porcentaje de la compañía muy barato. Digamos 10% por USD 20,000.
  • Cuando 3 años después la empresa explotó y se vende por USD 10,000,000, les debes USD 1,000,000 por su 10% de acciones (dejando de lado dilución y otros matices de la vida accionaria).

De lo que se desprenden algunas conclusiones:

  • Primero, por su condición de intermediarios financieros, tienen su propio conjunto de motivaciones, que no siempre coincide con los de sus incubados. Ejemplo: 500Startups cobra USD 6,000 por fundador por empresa y USD 3,000 por no-fundador, y si estás en NYC te cobran renta mensual por la oficina. Toma esta plata, creemos en tí, acá está la factura por nuestros servicios de incubación, nos debes USD 15,000 ya mismo. Sé de otra incubadora en el Cono Sur que formatea sus «term sheets» de manera que la inversión es efectivamente un crédito de condiciones más o menos duras. Te vaya como te vaya, les debes dinero desde el día 1.
  • Segundo: al momento de entrar en un proceso de incubación, el espíritu general es «Tienen una buena idea, la exploremos. Renuncien a sus trabajos y tomen esta plata para pagarse un sueldo básico así se concentran 100% en desarrollar el software/servicio/negocio. Mientras lo hacen, nosotros traemos a gente sabia para que los oriente y les organizamos la presentación en sociedad cuando estén listos.» ¿Eso vale un millón de dólares? Es evidente que si la diferencia está entre existir y no existir, sí. Pero si tienes unos años de experiencia y algo de dinero ahorrado, ¿no prefieres quedarte con ese millón y juntar los 20,000 de «inversión» de otra manera?
  • Y si no logras dar en el clavo, ¿vas a ponerte a hacer otra cosa con tal de mantenerte dentro del «ruido»? (esto engancha con el «pivot»).

Resumiendo, todos estos inversores cumplen una función en el mercado y han sido cruciales para la existencia de empresas que hoy admiramos de una u otra manera. Pero no son el tío bonachón que te pasa un billete para que lleves a tu chica a un mejor restaurant. Son actores financieros, con férrea intención de producir un retorno, a quienes (por supuesto que no todos operan igual, pero como imagen-shock sirve) pasas a deberle un porcentaje del valor futuro de tu empresa, mientras que ellos te facturan hasta por el kilometraje del mouse, le cobran a los proveedores de fondos un porcentaje de lo que ejecuten y ganan una cantidad interesante de dinero aunque el valor global de los exits sea $0. Algo alejado de la definición de socio en mi diccionario.

Un comentario que recibí en el artículo original ilustra esta desconexión entre el discurso de amigotes y la realidad del comportamiento de las incubadoras/fondos: yo propongo un modelo de autofinanciamiento al final y Guillermo me responde «generaciones de hombres de negocios atras construyeron sus imperios asi, nuestra generación quiere aprender también con esta oportunidad enorme de los fondos en México.» Ergo: estos fondos están poniendo dinero para que yo, joven y entusiasta, me eduque. Mientras que yo podría disfrazarme de hippie y aplaudir que ese perverso dinero capitalista se consuma en educación de jóvenes con espíritu emprendedor, creo que hay mejores formas de adquirir el conocimiento que firmar contratos redactados por los abogados de ellos. Se mire por donde se mire, no es una relación equilibrada.

No todo lo que brilla es un cheque en blanco

Cuando escribí en 2010 que sobraba dinero, pero faltaban emprendedores con ideas claras y rentableshabía USD 400,000,000 disponibles para inversiones de riesgo en México y no sabían a quién dárselo. El que pone sumas de esa magnitud en el mercado, espera ejecutar las inversiones, porque de no hacerlo se tragaría un alto costo de oportunidad por tener el dinero inactivo (simplificando).

Hoy, gracias a esta «fiebre emprendedora» que nos ocupa, sospecho que hay muchas más receptoras de inversión que se dieron a conocer o surgieron para capturar oportunidades, y suponiendo que los inversores no huyeron despavoridos, digamos que la cifra disponible aumentó 25% a quinientosmillonesdedólares. Yo no tengo datos suficientes como para escribirlo en piedra, pero lo dejo acá: ¿a alguien le parece que en México hubo ese volumen de inversión de riesgo en startups en el último par de años? ¿No creen que se notaría bastante más? Cualquier dato será bienvenido.

Ya me voy

Morato describe bien mis intenciones en algún párrafo: es deseable que en México se desarrolle un ambiente favorable a los emprendimientos tecnológicos, para encauzar la energía y el talento actualmente disponibles en el mercado y generar más de ambos. Contamos con ejemplos como el de Silicon Valley para extraer ideas que nos sirvan y evitar las partes indeseables. No es necesario clonar el modelo, porque no somos clones de USA, ni de California, ni hicimos lo mismo en las 6 décadas de desarrollo de SV. Mi obsesión particular: que en el camino de armar esto no se nos olviden los cimientos educativos, que son una bomba de tiempo para las capacidades de innovación y desarrollo de negocios tecnológicos de México. Hagamos que nuestros jóvenes se desarrollen apoyados en un sistema que los favorece y amplifica, en lugar de uno que hay que sacarse de encima rápido para que no interrumpa la educación.

Ya está, no jodo más. Terminé escribiendo más que para el artículo original. Esto es lo que creo, no puedo escribir algo sin mi personalidad y preconceptos inmiscuyéndose entre el dedo y la tecla. Si le sirve a alguien, me alegro. Si me equivoco, hay espacio para responder abajo. Si opinas diferente, yo opino diferente y acá lo puse.

De justicia y preconceptos

Más allá del escarnio a los funcionarios que defenestraron esa ilusión que Mexico añora, llamada «debido proceso», uno cree que Florence Cassez es culpable de los secuestros que la acusan de haber perpetrado o acompañado, porque no se podría concebir que García Luna & friends -por borrachos de poder e impunidad que hayan estado- serían TAN imbéciles de montar todo su teatrito con alguien inocente.

Sería demasiado, ¿no?

Chusma, chusma, Gobierno Federal. Eso no se hace.

En Animal Político tienen toda la saga de la pelea MVS – Gobierno Federal.

Lo que me llama la atención del asunto es que -después de un ir y venir de acusaciones- Joaquín Vargas sale a defenderse/presionar con una serie de chats de BlackBerry Messenger, impresiones de emails y otros documentos que nacieron privados. La respuesta enaltecedora del Gobierno Federal: ¡la misma! Sale Alejandra Sota casi en cadena nacional a mostrar comunicaciones privadas de oficiales del estado con un particular.

Habría que ver qué dice la ley al respecto, pero estoy bien seguro sobre lo que dicen los usos y costumbres: un particular tiene expectativas razonables de privacidad en todas sus comunicaciones interpersonales, mientras que el Estado NO.

La mejor señal al respecto es que LOS ESTADOS NO SE COMUNICAN como cristianos normales. Tienen hordas de burócratas escalonados para licitar, publicar, registrar, verificar y validar cada latido de la maquinaria estatal.

Por supuesto que hay conversaciones privadas, negociaciones susurradas y apretones de manos bajo el mantel (o lisas y llanas presiones y amenazas), pero ESO NO SE HACE. Entonces si ocurre, y viene un filibustero como don Vargas a sacarte los trapitos al sol, ¡la respuesta NO es agregar trapos al tendedero!

Entonces, queridos amateurs a punto de entregar la estafeta del Gobierno Federal:

  1. Charlitas privadas: NO SE HACE.
  2. Charlitas privadas vía medios guardables: MENOS.
  3. Ignoraron 1 y 2, y viene un viejo bucanero como Vargas a mostrar cuanta estupidez le dejaron guardar, estudiar e imprimir: CIERRAN EL PICO.
  4. Les enseñaría este tipo de conocimientos avanzados en persona, pero dudo que anuncien una licitación para esto.

En contra del voto nulo

Mi problema con el voto nulo es que no sirve para nada en México, y en ningún otro país donde el voto no sea obligatorio.

El abstencionismo, el voto en blanco y la anulación del voto son herramientas válidas en todos los casos, son mecanismos de expresión del electorado que no deberían ignorarse, salvo que el sistema electoral te lo haga fácil de entrada.

Mientras que en otras democracias la figura del «mandato sin representación» denota severos problemas sociales estructurales, en México las presidencias se ganan con un 25% de los votos y con un 60% de asistencia a votar. En la práctica, el presidente de México está obligado a gobernar, pero estadísticamente no representa a nadie.

Entonces, para «hacerles saber a esos desvergonzados con quién están tratando», el voto nulo es equivalente a proponer «hacer silencio mientras dormimos» como alternativa.

Si estás tan desesperanzado con el panorama que te daría culpa votar por alguno de los esperpentoscandidatos que se presentan, piensa que hacer invisible tu voto es PEOR.

Alguien va a gobernar el país, tu estado o tu ciudad, y sería mejor que esa persona asuma con el consenso de un gran número de votantes. Que represente a un amplio sector de la población, aunque sea por descarte, genera también la presión de rendirle cuentas a un número mayor de ciudadanos.

Para cambiar los candidatos que llegan a postularse, hay otros caminos: si TODOS votan, es más difícil repartir despensas para inclinar la balanza y si TODOS se informan, los partidos van a tener que proponer candidatos que sean más que una cara bonita de cartón.

Si eres uno de los pocos que puede presentarse a votar sin ser acarreado, sin impedimentos, conociendo la importancia del evento: no hagas invisible tu voto. Votar es una obligación cívica y moral del ciudadano, aunque la ley no imponga penas por la ausencia. No dejes de hacer tu parte.

Ya basta de marchas. Falta todo lo otro.

No confundirse: me encantan las marchas. Me fascina que esta juventud que todos creíamos apática y dormida dé estas muestras de iniciativa y estado de alerta.

Me encanta que los lazos tenues que se crean en las redes sociales den paso a conexiones que se hacen reales cuando mil personas alzan la misma bandera sin caudillos ni sobornos.

Todo esto es una maravilla, pero lamentablemente no alcanza para dar vuelta una elección, como le escuché a algunos esperanzados.

Hay dos caminos complementarios para dar vuelta esta elección, ambos extremos, ambos con potencial de ser un punto de inflexión histórico, los dos en manos de estos mismos jóvenes que exudan energía.

Las dos opciones recaen en copiar las tácticas de los partidos políticos. Ellos son expertos en conseguir votos de gente a la que le da lo mismo si los candidatos viven o mueren. Aprovecha las tácticas, desprecia el fin mezquino y el tráfico de influencias.

1- Todos a las casillas de votación
La primera es fácil: invita (y lleva) a la gente para que se presente a votar. Que se rompan los records de asistencia, que cualquiera que resulte elegido, sienta la mirada atenta de un país que no está dispuesto a dejarse arrastrar.

Ganar una elección con el 25% de los votos es como recibir una patente de corso: a la mitad de la población le interesa tan poco el resultado de la elección, que ni se presenta a votar. Te queda un cuarto de «oposición» dividida en dos o más bandos y defraudar a tus votantes es difícil, si se les pagó puntualmente por los votos.

¿Cómo romper el círculo vicioso? Es un poco más fácil que trasladarse a un monumento ignominioso y alzar la voz: alza la voz en tu edificio, en tu vecindad, en tu colonia. Sal a visitar a tus vecinos y parientes, invítalos a votar. Ofréceles tu ayuda si les cuesta movilizarse. Reserva unos pesos durante el próximo mes para hacer unos cinco viajes en taxi entre tu calle y la casilla, para hacerle la vida fácil a los más viejos.

Lucha contra los acarreos y las despensas con un taxi y una sonrisa. Toma la democracia en tus manos, porque es tuya y no de los que se apropian del proceso electoral como si fuera una concesión comercial.

2- Fuego se combate con fuego
La segunda táctica para cambiar el rumbo de la elección también se apropia de las prácticas de los partidos: hay que informar al electorado.

Mientras que los partidos buscan mensajes efectistas e invierten ingentes cantidades de recursos públicos en lanzarse basura mutuamente (cierta o no, sigue siendo basura), también muestran un claro plan de acción para quienes estén interesados en enaltecer el climax de la democracia.

Ya que vas a hablar con tus parientes y vecinos, aprovecha para entregarles información de calidad sobre quiénes son los personajes que esperan ser votados. Si ellos buscan diferenciarse y hacer que sus propuestas no sean comparables, busca presentarlos en un plano de igualdad. Busca los prontuarios del círculo de asesores (y cómplices) que integrarían el gabinete, no te quedes en qué persona va a acceder al gobierno, exhibe también qué maquinaria partidaria se va a instalar con ella.

Si hacen promesas huecas, muestra cuáles de ellas son obligaciones cívicas o impuestas por la posición. Si no son claros en su discurso, ofrece preguntas y perspectivas.

El cambio verdadero es interno
Quizás el efecto neto de estas acciones no cambie el rumbo que hoy se ve en las encuestas, pero creo que es indispensable encauzar esta energía que está chispeando en el ambiente para hacer que la política regrese a la gente y no quede para siempre en la vitrina de la TV.

Es necesario llevar las voces y los ánimos lejos de la calle, lejos de las masas y plazas públicas, cerca de la mesa familiar. La política se limpia cuando forma parte de la conversación de quienes cuelgan la ropa en una azotea y crece cuando está presente en los espacios más íntimos, las charlas entre hermanos, la mesa del café.

Politikós se puede traducir como ciudadano, y somos ciudadanos cuando reconocemos un destino común con el otro. Es momento de dejar las audiencias etéreas de Twitter y las batallas de hashtags para extender la mano al vecino, porque de su voto y del tuyo depende el destino político de corto y largo plazo.

Oferta de trabajo para web developer

NOTA: si esta descripción no es tu ideal y se te ocurre algo mejor para ofrecer, manda el mail. Nada de esto está escrito en piedra, crea tus oportunidades.

Estoy formando un equipo de trabajo para gestionar proyectos in-house y de clientes. Necesito un/a web developer con algo de experiencia y ganas de aprender cosas nuevas.

Idealmente, debe dominar PHP, JavaScript y bases de datos en MySql o Postgres. Ahorrará tiempo si ya sabe algo sobre WordPress. Suma MUCHOS puntos si está experimentando con Ruby on Rails y tiene alguna micro-app para mostrar ya desarrollada.

Puede ser una buena oportunidad para alguien que aún esté estudiando y pueda dedicarse 5 o 6 horas por la mañana a esto.

El anzuelo es que va a poder trabajar desde cero en proyectos de negocios online con perfiles diferentes. Va a interactuar con procesadores de pagos, sistemas distribuídos, APIs de FB y Twitter, etc. Y all-you-can-drink Nespresso.

Puede tomarse como un escalón para construir un currículum o crecer y quedarse en el equipo si le interesa.

Si sabe preguntar, me puede vaciar la cabeza, si mis 17 años de hacerle cosquillas a Internet le sirven de algo.

El esquema de pago es flexible y aún no está escrito en piedra. Puede haber un sueldo que se puede complementar con extras por proyecto o trabajar puramente por proyecto/paquete pero manteniéndose cerca. Todo depende del tipo de tipo que me encuentre y el tipo de idea que me venda.

Entender esto va a ahorrar tiempo y frustraciones.

A ver si hay suerte y la persona perfecta me manda un email.

Gira Telmex Hub: brindo por otras miles

Hoy acabó la tercera «pata» de la Gira Telmex Hub, que visitó Puebla, Mérida y Querétaro.

El equipo de PaseUsted/Genera se lució como siempre. Estos «niños» se están convirtiendo en una powerhouse de eventos y acciones positivas de marketing. Yo que insisto en invitar a los jóvenes para que decidan emprender negocios, prometo ponerlos de ejemplo en mis charlas siguientes. Todo el equipo que produjo estos eventos de manera impecable tiene entre 23 y 30 años.

Telmex y yo tenemos nuestras diferencias, pero aplaudo sin reservas esta iniciativa. Creo que lo mejor que puede ocurrirle a la juventud mexicana es que se rompa el círculo vicioso de los mensajes de violencia criminal y mezquindad política.

Llevar invitados del calibre de Jared Cohen, Perry Chen, Xeni Jardin y tantos otros extranjeros y locales que acercan una perspectiva nueva, amplia a una generación de jóvenes que necesita con urgencia nuevos modelos que imitar, es loable y necesita ser imitado.

Mientras en el gobierno federal se debate una reforma laboral que en algunas partes parece haber sido redactada por los sindicatos, parásitos de un pasado que dolería revivir; nadie parece reunir suficientes huevos como para plantear una reforma educativa, que haría innecesaria la otra.

Espero que haya más empresas que puedan plantarle cara a la desidia gubernamental, que prefiere las construcciones electoralistas antes de siquiera comenzar a pensar en construir un futuro menos polarizado y más próspero para el país.

Gracias por invitarme, quedé lleno de energía. Brindo por miles otros hubs. México necesita estar más conectado consigo mismo.

Nueve

Hoy cumplí 9 años en México. Llegué en 2002, a visitar la sucursal de una empresa argentina de desarrollo web, por 3 meses.

En esos 3 meses recorrí la ciudad, conocí a todo un muestrario de fauna urbana, volé en parapente por muchos rincones del país y me enamoré de esta tierra de hospitalidad feroz y promesas que se cumplen a un ritmo que parece lento, pero engaña.

Unos 15 días antes de tomar mi vuelo de regreso, la maleta llena de sonrisas, me invitaron a seguir trabajando en la oficina local, cosa que acepté con gusto antes que terminaran la frase.

¿Qué mejor manera de convertirse en expatriado que con 3 meses de vacaciones en el paraíso disfrazadas de proyecto de cotizador de seguros de autos? Y lo que siguió fue simplemente espectacular.

Hoy México es mi casa, es la casa de mi esposa y aquí nacerá mi hij@. Llevo 9 años conociendo su historia y su gente, entendiendo sus tiempos y moldeando mi vida a sus ritmos. Nuestros ritmos.

Mi México. Suena bien, se siente perfecto.

Sobra dinero, sobran ideas, faltan emprendedores

En mi nota sobre la falta de actitud emprendedora que observo en los estudiantes universitarios mexicanos, Hugo Stevens me dejó este comentario:

En general estoy de acuerdo con el mensaje básico que es pensar a lo grande – después de todo, no hay innovación sin ambición, y en México definitivamente nos falta inculcarla bastante a todos los niveles.

Por otro lado, también falta reforzar el ecosistema que soporta el proceso de creación de startups (inversionistas ángeles, capital de riesgo), sin el cual probablemente no hubiera sido posible crear Google o Facebook. Creo que Genera es un paso en la dirección correcta (muy al estilo de Y Combinator), pero necesitamos varios programas de este tipo solo que resaltando el enfoque privado para que pueda ser sostenible en el largo plazo. La ventaja es que una vez creada esta infraestructura el proceso se va volviendo cada vez mas sencillo. ¿Qué piensas?

Pienso que a Hugo le faltan datos y le sobra optimismo.

La historia del capital de riesgo se remonta al siglo 16, en el que capitalistas privados financiarían los raids de capitanes corsarios, a cambio de una participación en el botín que en general resultaba bastante mayor al costo de armar un barco.

Desde aquellas épocas en adelante, siempre hubo capital disponible para desarrollar y hacer crecer buenos negocios.

Mirando con un poco de atención a México, en la actualidad hay mucho capital disponible para emprendedores que tengan buenos negocios entre manos. Fondos como Tresalia, Discovery Americas, New Ventures y Angel Ventures Mexico trabajan activamente con empresas en diferentes niveles de desarrollo.

Como dato, Tresalia invierte una mayor proporción de su capital en el exterior, porque no recibe suficientes propuestas viables en México.

Además de los jugadores locales, quien tenga una empresa viable y gran potencial de crecimiento en plazo relativamente corto, tienen toda la estructura de venture capital de Estados Unidos y Europa dispuesta a escucharlo.

Entonces con tanto dinero fluyendo en el mercado mexicano, ¿por qué no se ven inversiones en emprendimientos tecnológicos al estilo de Silicon Valley? ¿Por qué no veremos nacer en México al próximo Facebook o Google?

Arriesgo la primera respuesta obvia: porque no hay empresas viables, que tengan ese potencial de crecimiento rápido y sostenido en el corto y/o mediano plazo, en el ecosistema de startups mexicanas de tecnología o medios digitales.

Hay toneladas de ideas dando vueltas por ahí, todas valuadas en $0. Guess what: ningún VC, local o extranjero le pone dinero a una idea. Arriba hablé de empresas viables, emprendimientos con potencial y otras variantes, justamente para no mencionar ideas ni por casualidad.

Para repetir una lista que hice en el post anterior: viables para un VC -en general- significa «patentables, exportables, franquiciables, escalables, generadores de empleo», con un modelo de negocios más o menos probado/testeado (ver Youtube más adelante) y con una oportunidad de exit más o menos visible, con retornos multiplicados. Los VCs no existen para financiar proyectos de autoempleo ni para esperarte mientras «ahí va, paso a paso».

Lo que falta en el ecosistema, los cimientos que México no tiene e impiden cualquier comparación con Silicon Valley, es justamente todo lo que ocurre antes de la entrada de capitalistas ángeles o de riesgo a las empresas. Falta la vocación de crear empresas, y esa es la apatía a la que me referí en mi nota anterior.

Y es un fenómeno que se repite -para nuestra desgracia- con mucha mayor frecuencia en los estratos altos de la sociedad mexicana. Quienes tienen la mayor ventaja intrínseca: mejor ingreso familiar, bajo stress, alta posición social y redes de contactos envidiables, acceso a capital semilla de FFF, etc., también son los que sienten menos incentivo para «cambiar la realidad en la que viven» fundando una empresa y poniendo sus idea(le)s a trabajar.

Cualquier niño que termina su carrera en el Tec de Monterrey, UIA o similares, sale creyendo que puede tomar una posición gerencial en cualquier empresa y hacerlo bien desde el primer día, pero no se les ocurre probar ser gerentes de su propia empresa, arriesgo que por falta de exposición a ambientes laborales durante la carrera.

Los capitalistas de riesgo invierten en empresas, no en ideas. Cuando a los fundadores de Youtube les preguntaron sobre la historia de la empresa y cómo habían conseguido la financiación inicial para operar un servicio tan demandante en servers y ancho de banda, la respuesta fue algo como:

Llegamos a las reuniones con los VCs con un mensaje simple «Nuestros servers se derriten de tanto tráfico». Y eso fue suficiente: los VCs quieren encontrarse con este tipo de problemas, no sentarse a buscar un mercado para tu servicio.

El 98% del valor de un emprendimiento está definido por la ejecución y no por la idea. La habilidad de los fundadores para acercarse al mercado, para generar tecnología o metodologías propias que refuercen el valor del producto o servicio que ofrecen y la velocidad para generar ingresos serán los atributos que definan el valor del emprendimiento, y el atractivo que pueda representar para un potencial inversor.

Entonces empecemos de nuevo: el dinero está, y hay suficiente, pero no hay a quién dárselo. Genera pretender encontrar, asesorar y desarrollar esos potenciales receptores de inversiones, que es lo que realmente hace falta.

Justamente lo que hay que evitar son los atajos, la imitación de los gestos sin alcanzar el contenido. Intentar parecernos a Silicon Valley es fútil, es ignorar los 220 años activos y -casi siempre- saludables que tiene el mercado de valores en USA*, y los 54 años que lleva el Valley desarrollándose, formando una casta emprendedora que no se puede copiar simplemente declarándose emprendedor por trabajar sentado en un Starbucks y publicar un website que no le da de comer a nadie.

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* (y don’t get me started about la BURLA que es la Bolsa Mexicana de Valores, donde se transa con suerte un 0.2% del capital de las empresas listadas, que siguen siendo tan privadas como antes que existiera la BMV)

Emprendedores, ¡despierten (temprano)!

Esta es una columna que publicó el diario El Universal el 4 de abril pasado.

Es urgente comenzar a inculcar espíritu y actitud emprendedora en nuestros estudiantes, para mejorar el perfil económico de México de cara al futuro.

“Es nuestro deber honrar a los arquitectos de nuestra prosperidad, a los grandes capitanes de la industria que han construido nuestras fábricas y ferrocarriles; a los fuertes que perseveran para generar riquezas con sus mentes y sus brazos. Porque es grande la deuda que nuestra nación tiene con quienes son como ellos”. Theodore Roosevelt.

Nótese cómo Roosevelt no se refirió a una profesión en particular, o a los consabidos servidores públicos que todos aprendemos a venerar en primaria: habla de “capitanes de la industria”, categoría reservada a emprendedores como JP Morgan, John D. Rockefeller, Andrew Carnegie, Andrew R. Mellon, quienes revolucionaron las industrias donde actuaron y dieron forma a la economía global como se conoció en el siglo XX.

Los grandes empresarios, los pioneros, los innovadores, los arriesgados, son quienes pasan a formar parte de la historia. Quienes construyen obras perdurables, piensan más allá de sí mismos y ven con claridad un futuro que resulta incierto para la mayoría, son los nuevos héroes y ejemplos a seguir que nuestros estudiantes se empeñan en ignorar.

Frente a 120 alumnos de los últimos años de carreras de marketing, publicidad y diseño gráfico en una universidad al sur de la ciudad de México, lancé una de las preguntas habituales cuando doy una charla sobre emprendimiento: ¿Cuántos de ustedes trabajan ya?

Con cuatro manos levantadas, la contestación a “¿y quién ya fundó una empresa?” tuvo una respuesta triste como evidente.

Este es solamente un botón de muestra que pone en evidencia una condición que el ecosistema universitario (privado, en particular) parece desconocer: los estudiantes universitarios mexicanos no tienen ningún interés en desarrollarse laboralmente mientras estudian, situación cómoda y pueril que cuenta con la complicidad tanto de padres como de la “industria” educativa.

Y de ahí a pensar en fundar un negocio parece haber otro universo de distancia.

Formo parte del Consejo de Pase Usted Genera, una iniciativa que seleccionará e impulsará a jóvenes emprendedores con 10 proyectos tecnológicos que mejoren la vida urbana en México, a través de un proceso de evaluación para asignarles fondos, recursos y tutores que brinden asesoría a estos proyectos hasta dar forma al negocio.

Me encantaría ver que las solicitudes nos desborden y el proceso se nos salga de las manos, pero mi experiencia me dice que no ocurrirá tal cosa.

Mientras que en EU el culto al emprendedor es evidente, al sur de la frontera se observa con suspicacia al que por sus propios medios y enarbolando sus ideales, cambió la realidad que le tocó vivir. Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple), Mark Zuckerberg (Facebook), Larry Page y Sergei Brin (Google), Matt Mullenweg (WordPress -Automattic), todos ellos dirigían empresas reconocidas y contaban con importantes fortunas personales alrededor de los 25 años. Aquí nuestros “capitanes de la industria” rondan los 70 y apostamos sobre el año de su retiro.

Es crucial dar un golpe de timón cuanto antes y comenzar a impulsar a los jóvenes para que adopten el credo emprendedor y comiencen a desarrollar empresas nuevas.

Es necesario un cambio educativo, con agendas de clases que permitan a los estudiantes trabajar mientras desarrollan su carrera, para ampliar sus perspectivas y socializar con un grupo más diverso. Un estudiante que reconoce el valor de su propio tiempo, no lo desperdicia y es un mejor alumno. Un profesor dará mejores clases si es cuestionado por alumnos capaces de opinar con fundamento sobre un tema, en vez de recitar la currícula ante un aula de zombis.

Los padres, por candidez —supongo— creen que trabajar es una “carga” que es mejor “evitarles” a sus “niños” para que no se distraigan en el estudio. Ya que ellos han logrado ahorrar para pagar por la carrera, no es necesario someter al retoño al “sacrificio”. Cambiar esa actitud es esencial para que se reconozca el valor del esfuerzo personal, en vez de incitar a esquivarlo. Trabajar forma el carácter y fomenta la independencia. Los solterones de 35 que viven con mamá no suelen ser grandes revolucionarios.

Al gobierno, se le agradecerán apoyos para empresas en formación, como los de los programas Prosoft y Promedia. Hay que entender los emprendimientos tecnológicos como motores del desarrollo y reconocer su impacto en la economía nacional.

No abogo en pro del emprendimiento relacionado a la tecnología por ser mi ámbito favorito. Ampliemos un poco la definición: me refiero a emprendimientos que tengan base en ideas nuevas, patentables, exportables, franquiciables, escalables, generadores de empleo; donde la tecnología existente (o futura) se aproveche para hacer un mejor negocio. Como contraste: ningún Roosevelt del futuro va a rendir honores a los fotógrafos de bodas, ni a productores de jabón de nopal.

Es necesario despertar los emprendedores escondidos entre nuestros estudiantes.

Si fuera posible, ayer.

Financiamiento y asesoría para emprendedores mexicanos

Ahora que lo anunciaron puedo comentar sobre Genera.

Genera es un programa de apoyo a emprendimientos mexicanos con foco en mejorar algún aspecto de la vida urbana a través de la tecnología.

La idea detrás de esto es apoyar a emprendedores jóvenes con buenas ideas para que tengan acceso a fondos, un espacio de trabajo y un grupo de tutores/consejeros que van a orientarlos para desarrollar la empresa hasta llegar al punto de lanzarse al mercado.

Es el tipo de proyectos que me encanta, y justamente estuve creando espacios en mi vida para poder dedicarle más tiempo a este tipo de actividades. La organización está a cargo de los cerebros detrás de los eventos Pase Usted, así que hay muy buena energía detrás de todo esto.

Quienes me conocen saben que desarrollar e impulsar a emprendedores jóvenes me interesa muchísimo y me puse muy contento cuando me invitaron a participar. Si no hay cambio de planes, voy a estar primero en la selección de proyectos y luego como tutor de alguna(s) de las empresas que ingresen al programa.

Visiten el website del programa para conocer todos los datos y participar.

Rebajas, rebajas, rebajas

Los gringos regresaron a la Riviera Maya, pero los negocios todavía no recuperaron la plata que dejó de ingresar en mayo.

Apuestan a rebajas y descuentos para capturar cuanto dólar ocioso encuentren por ahí.