Ya basta de marchas. Falta todo lo otro.

No confundirse: me encantan las marchas. Me fascina que esta juventud que todos creíamos apática y dormida dé estas muestras de iniciativa y estado de alerta.

Me encanta que los lazos tenues que se crean en las redes sociales den paso a conexiones que se hacen reales cuando mil personas alzan la misma bandera sin caudillos ni sobornos.

Todo esto es una maravilla, pero lamentablemente no alcanza para dar vuelta una elección, como le escuché a algunos esperanzados.

Hay dos caminos complementarios para dar vuelta esta elección, ambos extremos, ambos con potencial de ser un punto de inflexión histórico, los dos en manos de estos mismos jóvenes que exudan energía.

Las dos opciones recaen en copiar las tácticas de los partidos políticos. Ellos son expertos en conseguir votos de gente a la que le da lo mismo si los candidatos viven o mueren. Aprovecha las tácticas, desprecia el fin mezquino y el tráfico de influencias.

1- Todos a las casillas de votación
La primera es fácil: invita (y lleva) a la gente para que se presente a votar. Que se rompan los records de asistencia, que cualquiera que resulte elegido, sienta la mirada atenta de un país que no está dispuesto a dejarse arrastrar.

Ganar una elección con el 25% de los votos es como recibir una patente de corso: a la mitad de la población le interesa tan poco el resultado de la elección, que ni se presenta a votar. Te queda un cuarto de «oposición» dividida en dos o más bandos y defraudar a tus votantes es difícil, si se les pagó puntualmente por los votos.

¿Cómo romper el círculo vicioso? Es un poco más fácil que trasladarse a un monumento ignominioso y alzar la voz: alza la voz en tu edificio, en tu vecindad, en tu colonia. Sal a visitar a tus vecinos y parientes, invítalos a votar. Ofréceles tu ayuda si les cuesta movilizarse. Reserva unos pesos durante el próximo mes para hacer unos cinco viajes en taxi entre tu calle y la casilla, para hacerle la vida fácil a los más viejos.

Lucha contra los acarreos y las despensas con un taxi y una sonrisa. Toma la democracia en tus manos, porque es tuya y no de los que se apropian del proceso electoral como si fuera una concesión comercial.

2- Fuego se combate con fuego
La segunda táctica para cambiar el rumbo de la elección también se apropia de las prácticas de los partidos: hay que informar al electorado.

Mientras que los partidos buscan mensajes efectistas e invierten ingentes cantidades de recursos públicos en lanzarse basura mutuamente (cierta o no, sigue siendo basura), también muestran un claro plan de acción para quienes estén interesados en enaltecer el climax de la democracia.

Ya que vas a hablar con tus parientes y vecinos, aprovecha para entregarles información de calidad sobre quiénes son los personajes que esperan ser votados. Si ellos buscan diferenciarse y hacer que sus propuestas no sean comparables, busca presentarlos en un plano de igualdad. Busca los prontuarios del círculo de asesores (y cómplices) que integrarían el gabinete, no te quedes en qué persona va a acceder al gobierno, exhibe también qué maquinaria partidaria se va a instalar con ella.

Si hacen promesas huecas, muestra cuáles de ellas son obligaciones cívicas o impuestas por la posición. Si no son claros en su discurso, ofrece preguntas y perspectivas.

El cambio verdadero es interno
Quizás el efecto neto de estas acciones no cambie el rumbo que hoy se ve en las encuestas, pero creo que es indispensable encauzar esta energía que está chispeando en el ambiente para hacer que la política regrese a la gente y no quede para siempre en la vitrina de la TV.

Es necesario llevar las voces y los ánimos lejos de la calle, lejos de las masas y plazas públicas, cerca de la mesa familiar. La política se limpia cuando forma parte de la conversación de quienes cuelgan la ropa en una azotea y crece cuando está presente en los espacios más íntimos, las charlas entre hermanos, la mesa del café.

Politikós se puede traducir como ciudadano, y somos ciudadanos cuando reconocemos un destino común con el otro. Es momento de dejar las audiencias etéreas de Twitter y las batallas de hashtags para extender la mano al vecino, porque de su voto y del tuyo depende el destino político de corto y largo plazo.

La democracia perfecta

Cuando ví el video de «Dear Mr. President» de Pink, tuve una epifanía: en la democracia perfecta, azulblanquiroja, se puede hacer todo, se puede decir cualquier cosa.

Mientras que en otros países hay que cuidar lo que uno dice para no terminar con zapatos de cemento, Michael Moore & friends pueden mearse en la foto de Bush, Pink puede llamarlo mentiroso, Jon Stewart puede reírse de sus capacidades diferentes y no pasa nada.

Esa fue mi epifanía: NO PASA NADA!

La ilusión de apertura y libertades que ofrece la gran nación yankee es sólo eso: una ilusión. Para el gran esquema de operación de USA, estas válvulas de escape son hasta necesarias.

No importa que medio planeta (remember SorryEverybody.com?) se haya cansado de putear a Bush, nada cambia. Cuantos cuestionaron las decisiones de Alan Greenspan, van a seguir cuestionando las de Bernake y no pasa nada. El euro se lustra las botas con el dólar y no vuela una mosca.

Será ese el secreto? Argentina digirió 5 presidentes en un par de meses y todavía quedan algunos trasnochados que dicen «ese es el poder de la democracia, lo sacamos cagando al hijo de puta de De la Rúa», en la fila para depositar currículums de alguna agencia de empleos.

Barenaked Ladies y la evidencia de una revolución

Barenaked Ladies acaba de publicar un nuevo videoclip, que tiene la particularidad de estar protagonizado por gente que -convencionalmente- cae en la definición de «perfectos desconocidos».

No tanto, todos los que aparecen en el video son «estrellas» de YouTube. Han sido vistos por millones de personas. Han contado sus historias a gente ávida de escucharlas, y recibieron respuestas de a miles cada vez.

Tipos sin maquillaje, algunos más, otros menos payasos, chicas que bailan mal, abuelos, gordos y flacos, el hilo común que los conecta es que alguna vez, en algún blog, en algún email, uno de ellos apareció en tu computadora.

Quien insista en tapar sus oídos e ignorar que los usos y costumbres del mundo cambiaron drásticamente a partir de la aparición de Internet, se va a quedar sin trabajo pronto.

Y probablemente le eche la culpa a «un mercado que se puso difícil». Nunca pierden, o al menos eso creen.

Via ALT1040.

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Pedido de captura de Henry Kissinger

Kissinger es para mí el símbolo del intervencionismo político estadounidense desde el ’50 en adelante. Fue el ideólogo y/o facilitador de la toma de poder de las dictaduras latinoamericanas de la segunda mitad del siglo 20.

Un abogado uruguayo pide su captura y extradición por haber prueba semiplena sobre la responsabilidad de Kissinger en la Operación Cóndor, a través de la cual las dictaduras de América Latina coordinaban acciones de colaboración para combatir disidentes.

Kissinger es un hijo de puta. Tanto como Videla, Stroessner, como lo fue Pinochet y muchos otros. No merecen respeto. Probablemente, por ley, les corresponda un juicio justo, pero tampoco se lo merecen.

Ojalá mi cinismo existencial se equivoque, le hagan caso a este uruguayo, y lo juzguen públicamente. Que la vergüenza sea grande, que el castigo sea lento y la muerte, solitaria.

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The Hughtrain, repensado, recargado, y ahora en español

Hugh MacLeod es uno de los mejores pensadores, junto a Seth Godin, Doc Searls, John Dodds y algunos -pocos- más, del nuevo marketing.

Soy fanático de sus dibujos, «comics dibujados detrás de tarjetas de presentación«, que dan una vuelta de tuerca cínica a las cuestiones más mundanas.

El «Hughtrain«, uno de sus escritos más reconocidos, es un documento que expone ideas y caminos que se abren a a las empresas que quieran conectarse con sus clientes de una manera un poco más significativa que con mensajes robóticos e impersonales.

Esta es una revisión de las ideas y creencias que sustentan su forma de hacer negocios, que ha probado ampliamente en sus emprendimientos: English Cut, Stormhoek, Thingami.

Lo traduzco acá porque me gustaría que estas ideas lleguen a Latinoamérica cada vez más rápido, y que no sólo se queden en el feedreader de un par de geeks. Ojalá una clase, un grupo de estudio, un par de locos en algún lugar, tome este texto y discutan un par de horas sobre sus méritos y fallas. Con eso quedo contento.

THE HUGHTRAIN MkII (versión original en inglés)

1. La demanda para algo en qué creer es infinita.
Estamos aquí para buscarle significado a nuestra vida. Estamos aquí para ayudar a otros a encontrarlo. Todo lo otro es secundario. Como humanos, queremos creer en nuestra propia especie. Y deseamos que la gente, las empresas y los productos que tocan nuestra vida hagan que creer eso sea más fácil. Esa es la naturaleza humana.

2. La palabra más importante en marketing es «complicidad».
No es suficiente con que el cliente ame tu producto. Es necesario que amen también el proceso que les acerca ese producto.

3. Tus clientes aprenden más de tu mercado -y más rápido- que tú.
Gracias a internet, tus clientes pueden contactarse y dialogar. Pueden encontrar más y mejor información sobre tu producto que la que estás dispuesto a darles. Esa conversación puede ocurrir con o sin tí, te conviene estar allí.

4. El principal trabajo de un publicista no es comunicar beneficios, sino comunicar convicción.
No se trata de qué ofreces, se trata de por qué eso es importante.

5. El rol primordial de una empresa es actuar como «amplificador de ideas».
Fabricar productos y prestar servicios no es lo central, es una consecuencia.

6. El futuro de la publicidad es comunicar hacia adentro.
La parte más difícil del trabajo de un CEO es infundir su entusiasmo en sus colegas, especialmente cuando ellos ganan una quinta parte de su sueldo. Convencer al público en general de «comprar» una empresa o marca es un juego de niños, comparado a «vender» la compañía a quienes ya trabajan en ella.

7. Tu trabajo ya no es vender. Tu trabajo ahora es generar tantas sinapsis en el cerebro de tu cliente como sea posible.
Mientras más sinapsis generes, más dopamina se libera. La dopamina es severamente adictiva. Mientras más dopamina se libere, el cliente regresará por más. Tu cliente creerá que vuelve por causas perfectamente lógicas y razonables. Se equivoca, vuelve a buscar su dosis.

8. Adiós Mensaje. Hola, Gesto Social.
Una campaña de marketing bien ejecutada es un acto de amor.

9. Controla la conversación, mejorándola.
Quien elige tener una conversación «más inteligente» con su mercado no ha tomado una decisión de marketing, sino una decisión moral.

10. Mientras más porosa sea la membrana que está entre tu empresa y su mercado, será más fácil alinear las partes a ambos lados.
Y mientras más porosa es la membrana, es más fácil descubrir y corregir cuando estén desalineados.

Hasta acá la traducción. Hay algunas deformaciones, fruto de mi manera de interpretarlo (leerlo a diario ayuda y complica al mismo tiempo).

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