In their fascinating and eloquent valetudinarian correspondence, Adams and Jefferson had a great deal to say about religion. Pressed by Jefferson to define his personal creed, Adams replied that it was «contained in four short words, ‘Be just and good.'» Jefferson replied, «The result of our fifty or sixty years of religious reading, in the four words, ‘Be just and good,’ is that in which all our inquiries must end; as the riddles of all priesthoods end in four more, ‘ubi panis, ibi deus.’ What all agree in, is probably right. What no two agree in, most probably wrong.»
This was a clear reference to Voltaire’s Reflections on Religion. As Voltaire put it:
There are no sects in geometry. One does not speak of a Euclidean, an Archimedean. When the truth is evident, it is impossible for parties and factions to arise. Well, to what dogma do all minds agree? To the worship of a God, and to honesty. All the philosophers of the world who have had a religion have said in all ages: «There is a God, and one must be just.» There, then, is the universal religion established in all ages and throughout mankind. The point in which they all agree is therefore true, and the systems through which they differ are therefore false.
Ahora viene la traducción.
En su fascinante y elocuente -y habitualmente enfermiza- correspondencia, John Quincy Adams y Thomas Jefferson se explayaban bastante sobre la religión. Jefferson presiona a Adams para que defina su credo personal, y éste replica: «en cuatro cortas palabras, ‘Sé justo y bueno.'» Jefferson responde, «El resultado de nuestros cincuenta o sesenta años de lecturas religiosas, en las cuatro palabras ‘Sé justo y bueno,’ es donde todos nuestros cuestionamientos deben terminar; así como los enigmas de todos los sacerdocios terminan en otras cuatro, ‘ubi panis,ibi deus’ (donde hay pan, está dios). Todo en lo que estamos de acuerdo, es probablemente lo correcto. En lo que dos personas no pueden coincidir, es muy probable que no lo sea.»
Esta fue una clara referencia a «Reflexiones sobre Religión» (Reflections on Religion) de Voltaire. Él lo expresa de esta manera:
No hay sectas en geometría. Uno no habla de un Euclidiano, o un Arquimedeano. Cuando la verdad es evidente, es imposible que surjan partidos y facciones. Entonces, en qué dogma coinciden todas las mentes? En la adoración de un Dios y en la honestidad. Todos los filósofos del mundo que profesaron una religión dijeron a lo largo de la historia: «Existe un Dios y uno debe ser justo.» Allí está, entonces, la religión establecida por la humanidad a través del tiempo. El punto en el que todas concuerdan es por lo tanto verdadero, y los sistemas en los que difieren son por lo tanto falsos.
Robado de «Our Godless Constitution». Las atrocidades en la traducción son mías.