Presentando YosiYono.com, el paraíso de los opinólogos

Después de chocar varias veces contra la «estructura de servicios» de diferentes empresas, se me ocurrió que no hay muchos lugares donde los consumidores/usuarios puedan expresarse libremente. Hay un desbalance de información entre las campañas de publicidad que cubren los medios, y las experiencias REALES de los que terminan respondiendo a esa publicidad.

Por eso y porque tenía ganas de programar otra vez, publiqué YosiYono.com. Es un website que responde a 2 premisas:

– Las marcas son un vínculo subjetivo entre un consumidor y un producto. Ergo, para saber qué representa una marca para los consumidores, les preguntamos a ellos y no a su fabricante. YosiYono.com permite «etiquetar» marcas, empresas y productos, para conformar un significado colectivo en forma de una nube de tags.

– Las empresas deben prestar atención a la totalidad de la experiencia del consumidor. No vale vender un buen producto si a los 2 meses se cagan en la garantía. YosiYono.com permite publicar experiencias a modo de comentarios sobre cualquier marca, empresa o producto, junto con una valoración que indica si a partir de esa experiencia tratarías nuevamente con la empresa o prefieres llevar tu dinero a otra parte.

Al final del día, espero que YosiYono.com pueda convertirse en un termómetro donde se puedan apreciar cambios en la percepción que el público tiene de marcas y productos. O al menos un buen espacio donde hacer catarsis cuando el call center te trata mal.

Lockpick Pornography, una novela de Joey Comeau

Uno de los autores de A Softer World, un foto-comic MUY bueno con gran sentido del humor, acaba de liberar el download completo de Lockpick Pornography, una novela sarcástica que parece hacer buen match con el comic.

Una de las frases de la solapa:

Estoy cansado de los elevados preceptos morales. Ya tuvimos demasiados Gandhis gays. Necesitamos un General Patton.

Puedes bajar el libro completo aquí.

Esos de la UNAM son «rojillos»

Este es un diálogo que me contaron. Conozco a uno de los protagonistas. Sabíduría universal:

Director de División: Estoy harto de los becarios/trainees que me traen, son inútiles, no tienen hambre, no tienen garra, ni ganas de aprender. Basta de traerme chiquillos malcriados de la Ibero y el Tec, que no aprenden nada. Creen que van a pasar de la escuela mágicamente a dirigir esta empresa. A partir de hoy quiero gente de la UNAM y el Politécnico, que de toda esa masa al menos vamos a encontrar UNO que valga el tiempo que le invertimos.

Director de RH: Pero… esos de la UNAM son «rojillos»

Director de División: mira, lo zurdo se pasa con el tiempo, lo pendejo no se va nunca.

Eso lo mató

-«Fue esa terapia, la quimioterapia, lo que lo mató.»

Lo dijo alguien sentado junto a mi mesa en Kaiten Sushi hace una hora. Espero no tener cáncer nunca, porque la quimio me va costar la vida.

Una medio macabra manera de presentar: Overheard in… una familia de sites con muy disparatado (pero «human powered») humor.

Cuando el agua no canta

Cuando el agua no canta, hay que llamar al lapidario.

Mi amigo Paco tenía un serio problema: las fuentes de su jardín, en lugar de sonar de una manera armónica, emitían un glub, glub desagradable.

La solución que encontró me llevó a descubrir la ocupación más excéntrica que se me ocurre: el lapidario.

El lapidario se instala en tu jardín y estudia con detenimiento el canto de tus fuentes. Un par de golpes aquí y allá para corregir la piedra, y otra vez a escuchar atentamente qué más dice la fuente.

Ojo con restar importancia a lo que hace este afinador de fuentes. Cuando medites tu próximo emprendimiento, cuando apagues la cabeza luego de una semana larga, cuando necesites inspirarte, si lo haces junto a una fuente bien afinada, los resultados se multiplicarán.

Dos conclusiones: 1) Lapidario es un triste nombre para un oficio tan musical. 2) Quisiera tener los problemas que sufre mi amigo Paco.

Og Mandino al desnudo

Un amigo me contó que a Og Mandino le gustaba quedarse en pelotas cuando dictaba sus libros.

La editorial donde trabajaba mi amigo tenía los derechos de las ediciones en español del autor, así que cuando el tipo se aprestaba a escribir, enviaban una dactilógrafa que tomara el dictado al mismo tiempo que la enviada de la editorial para el habla inglesa.

Cuando Mandino ya era un personaje conocido, lo instalaban en las amplias suites del Hotel Plaza de New York para que nada empañara su inspiración. Con cada libro se repetía el mismo ritual: mientras las chicas aprestaban sus máquinas de escribir y se acomodaban en sus escritorios, Mandino se despertaba y salía de la habitación completamente desnudo, a perseguir a las chicas.

Siempre el mismo ritual en el teléfono: una dactilógrafa llorosa, semiencerrada en un baño telefoneando a la editorial y renunciando en el acto, mientras que desde acá trataban de calmarla y darle tips para resistir las aceleradas del vendedor más grande del mundo.

Cada libro costaba varios boletos de avión imprevistos. Parece que nunca hubo dos libros transcriptos por una misma dactilógrafa. Igual se vendía bien, y las anécdotas son la mejor parte.

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Genealogía de ficción

Sospecho que debe ser bastante complicado desde el punto de vista de los derechos, las exclusividades y contratos, pero…

Siempre que en una serie o película se muestra una foto, suele ser una toma anónima, supongo que comprada a Getty Images o similares. Y si en vez de eso, se pusieran fotos de oootros personajes, películas y series?

Así los muchachos de Dallas podrían decir «Heredamos nuestra fortuna de nuestra tatarabuela, Scarlett O’Hara» y los de Héroes dirían «Mi mamá le puso los cuernos a mi papá con el Capitán Escarlata, y acá me ves».

Mentes ociosas en domingo son peligrosas…