Mariano Amartino le llama «el efecto teta», Darío Gallo dice que la «Bolocco hizo estallar al Bloc«.

En el ’97, cuando imágenes lastimosamente escaneadas bajaban a una velocidad vergonzosamente lenta, a través de una lamentable conexión dialup, yo pensaba que la pornografía en la red no iba a durar mucho como tendencia. Cuántas fotos de las mismas cosas entrando en los mismos rincones se pueden ver?

Después vino la variedad (las cosas descubrían nuevos rincones), los fetiches (las cosas y los rincones venían cubiertos de latex o cera de velas), los videos (cosas y rincones en movimiento!), PacoPorn (imagina la tag cloud) y teledildonics (alguien junta su rincón y una cosa electrónica, y le da el control remoto de la cosa a alguien en Namibia). Pocas veces me equivoqué tan groseramente: jamás se va a acabar.

Todos tratan de ver tetas, todo el tiempo.

[BONUS]: un rato después de publicar esto, encontré un MUY buen video en ALT1040 con algo de números de la industria de la pornografía. Confirmado: no se va, el porno no se va.

[youtube]QOFTQpNhsWE[/youtube]

Tits, everyone looks for tits

Some news-oriented blogs experience sudden peaks in their traffic, after announcing or portraying some famous woman bare breasts.

Around 1997, when I cringed at the low quality, slow transfer speed and repetitive content of that time’s available porn, I thought I’d soon see its demise. After all, how many pictures of things going into dark spots can you watch?

Well, after the lousy pictures came the variety, then came the fetish-themed ones, and the videos, PacoPorn and teledildonics. Boy, I’ve never been so wrong in my life: it will NEVER be over.