Nos vemos en Campus Party México?

Campus Party México 2010

Campus Party México 2010

El ruido ya es ensordecedor, la Campus Party México 2010 está explotando y yo no me la pierdo.

Además de ir a ver el área abierta de expo y convivir un poco con toda la fauna campusera, me toca hablar el miércoles a las 14:30 en el escenario principal, como parte de la sección Campuseros Presentan. También voy a estar ese mismo día a las 17:30 como jurado en un concurso de proyectos, así que voy a ver qué se traen entre las garras los geeks mexicanos.

Gracias Eduardo por la presentación, Paco por la invitación, Edgar y el equipo de Emprende.la por la paciencia!

Apareciendo

Aparecí en Emprende.la con Omar Mendoza y Arturo Garrido, vociferando sobre temas de emprendimiento en tecnología web en México, diciendo algunas cosas que podrían resultar interesantes y respirando fuerte sobre el mic.

Audio de Emprende.la

Días después estuve hablando con los equipos en incubación de Genera, hablando de las características comunes de las PyMEs y los emprendedores que las forman. Sobre el final de la charla, Alberto de Rutanet me ametralló a preguntas sobre composición societaria. Después una sesión 1a1 con Alfredo de Cursa.me/Bibliofía, quien abrió muy grandes los ojos cuando le recomendé contratar un actor para algunas actividades de la oficina. Fue en serio.

Estos ratos de evangelización me dejan una energía que dura días enteros. Voy a buscar más dosis 😉

Emprendedores, ¡despierten (temprano)!

Esta es una columna que publicó el diario El Universal el 4 de abril pasado.

Es urgente comenzar a inculcar espíritu y actitud emprendedora en nuestros estudiantes, para mejorar el perfil económico de México de cara al futuro.

“Es nuestro deber honrar a los arquitectos de nuestra prosperidad, a los grandes capitanes de la industria que han construido nuestras fábricas y ferrocarriles; a los fuertes que perseveran para generar riquezas con sus mentes y sus brazos. Porque es grande la deuda que nuestra nación tiene con quienes son como ellos”. Theodore Roosevelt.

Nótese cómo Roosevelt no se refirió a una profesión en particular, o a los consabidos servidores públicos que todos aprendemos a venerar en primaria: habla de “capitanes de la industria”, categoría reservada a emprendedores como JP Morgan, John D. Rockefeller, Andrew Carnegie, Andrew R. Mellon, quienes revolucionaron las industrias donde actuaron y dieron forma a la economía global como se conoció en el siglo XX.

Los grandes empresarios, los pioneros, los innovadores, los arriesgados, son quienes pasan a formar parte de la historia. Quienes construyen obras perdurables, piensan más allá de sí mismos y ven con claridad un futuro que resulta incierto para la mayoría, son los nuevos héroes y ejemplos a seguir que nuestros estudiantes se empeñan en ignorar.

Frente a 120 alumnos de los últimos años de carreras de marketing, publicidad y diseño gráfico en una universidad al sur de la ciudad de México, lancé una de las preguntas habituales cuando doy una charla sobre emprendimiento: ¿Cuántos de ustedes trabajan ya?

Con cuatro manos levantadas, la contestación a “¿y quién ya fundó una empresa?” tuvo una respuesta triste como evidente.

Este es solamente un botón de muestra que pone en evidencia una condición que el ecosistema universitario (privado, en particular) parece desconocer: los estudiantes universitarios mexicanos no tienen ningún interés en desarrollarse laboralmente mientras estudian, situación cómoda y pueril que cuenta con la complicidad tanto de padres como de la “industria” educativa.

Y de ahí a pensar en fundar un negocio parece haber otro universo de distancia.

Formo parte del Consejo de Pase Usted Genera, una iniciativa que seleccionará e impulsará a jóvenes emprendedores con 10 proyectos tecnológicos que mejoren la vida urbana en México, a través de un proceso de evaluación para asignarles fondos, recursos y tutores que brinden asesoría a estos proyectos hasta dar forma al negocio.

Me encantaría ver que las solicitudes nos desborden y el proceso se nos salga de las manos, pero mi experiencia me dice que no ocurrirá tal cosa.

Mientras que en EU el culto al emprendedor es evidente, al sur de la frontera se observa con suspicacia al que por sus propios medios y enarbolando sus ideales, cambió la realidad que le tocó vivir. Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple), Mark Zuckerberg (Facebook), Larry Page y Sergei Brin (Google), Matt Mullenweg (WordPress -Automattic), todos ellos dirigían empresas reconocidas y contaban con importantes fortunas personales alrededor de los 25 años. Aquí nuestros “capitanes de la industria” rondan los 70 y apostamos sobre el año de su retiro.

Es crucial dar un golpe de timón cuanto antes y comenzar a impulsar a los jóvenes para que adopten el credo emprendedor y comiencen a desarrollar empresas nuevas.

Es necesario un cambio educativo, con agendas de clases que permitan a los estudiantes trabajar mientras desarrollan su carrera, para ampliar sus perspectivas y socializar con un grupo más diverso. Un estudiante que reconoce el valor de su propio tiempo, no lo desperdicia y es un mejor alumno. Un profesor dará mejores clases si es cuestionado por alumnos capaces de opinar con fundamento sobre un tema, en vez de recitar la currícula ante un aula de zombis.

Los padres, por candidez —supongo— creen que trabajar es una “carga” que es mejor “evitarles” a sus “niños” para que no se distraigan en el estudio. Ya que ellos han logrado ahorrar para pagar por la carrera, no es necesario someter al retoño al “sacrificio”. Cambiar esa actitud es esencial para que se reconozca el valor del esfuerzo personal, en vez de incitar a esquivarlo. Trabajar forma el carácter y fomenta la independencia. Los solterones de 35 que viven con mamá no suelen ser grandes revolucionarios.

Al gobierno, se le agradecerán apoyos para empresas en formación, como los de los programas Prosoft y Promedia. Hay que entender los emprendimientos tecnológicos como motores del desarrollo y reconocer su impacto en la economía nacional.

No abogo en pro del emprendimiento relacionado a la tecnología por ser mi ámbito favorito. Ampliemos un poco la definición: me refiero a emprendimientos que tengan base en ideas nuevas, patentables, exportables, franquiciables, escalables, generadores de empleo; donde la tecnología existente (o futura) se aproveche para hacer un mejor negocio. Como contraste: ningún Roosevelt del futuro va a rendir honores a los fotógrafos de bodas, ni a productores de jabón de nopal.

Es necesario despertar los emprendedores escondidos entre nuestros estudiantes.

Si fuera posible, ayer.

Mensaje para Manuel

Vengo de dar una charla en la Universidad Intercontinental, parte de una serie de eventos alrededor de la campaña de Imagina Cuervo.

Con un título muy cortazariano, «Instrucciones para soñar», traté de contar mis experiencias trabajando y chocándome con varias realidades a lo -poco- largo de mi vida. El tipo de cosas que me hubiera gustado descubrir en los inicios de mi vida laboral.

Al final de la exposición se me acercó un Manuel (soy malo para los nombres, pero creo que era así) y me dijo que él tenía mucho espíritu emprendedor, era muy curioso y bueno en general, así que yo debería considerar ofrecerle trabajo. Yo no estoy contratando en este momento, pero le dije que se dé una vuelta por acá para mantenerse en contacto.

Ya que en cualquier momento caerá de visita, va un consejo: no esperes que te ofrezcan trabajo. Los puestos de trabajo son un bien escaso y las empresas los esconden (y los candidatos los desaprovechan miserablemente).

Mucho mejor estrategia: invéntate el puesto. Investiga un negocio, descubre una necesidad, asegúrate que haya una forma de ganar dinero resolviéndola. Con esa información empieza a hablar con gente: cuéntales tu idea, muéstrales el espacio que pretendes cubrir y explícales cómo con tus conocimientos del mercado y su experiencia en los negocios podrán ganar plata juntos.

Muéstrate preparado y seguro algo bueno va a salir. Y no te preocupes por el «robo de ideas», la gente está demasiado ocupada como para ponerse a experimentar con los sueños guajiros de otros.

Ponte en el lugar del otro. Cómo reaccionarías si 1) viene un desconocido y dice «págame un sueldo porque soy muy despierto» o 2) viene un desconocido y dice «déjame contarte una idea que tengo y podría generarnos dinero a ambos».

Y para mejorar tus chances: se hacen mejores negocios con amigos que entre desconocidos.

Financiamiento y asesoría para emprendedores mexicanos

Ahora que lo anunciaron puedo comentar sobre Genera.

Genera es un programa de apoyo a emprendimientos mexicanos con foco en mejorar algún aspecto de la vida urbana a través de la tecnología.

La idea detrás de esto es apoyar a emprendedores jóvenes con buenas ideas para que tengan acceso a fondos, un espacio de trabajo y un grupo de tutores/consejeros que van a orientarlos para desarrollar la empresa hasta llegar al punto de lanzarse al mercado.

Es el tipo de proyectos que me encanta, y justamente estuve creando espacios en mi vida para poder dedicarle más tiempo a este tipo de actividades. La organización está a cargo de los cerebros detrás de los eventos Pase Usted, así que hay muy buena energía detrás de todo esto.

Quienes me conocen saben que desarrollar e impulsar a emprendedores jóvenes me interesa muchísimo y me puse muy contento cuando me invitaron a participar. Si no hay cambio de planes, voy a estar primero en la selección de proyectos y luego como tutor de alguna(s) de las empresas que ingresen al programa.

Visiten el website del programa para conocer todos los datos y participar.

La felicidad huele a…

La felicidad huele a revista de comics nueva, traída por mi papá desde Buenos Aires en el ’79 u ’80. Huele a mucho cartón, cajas enoooormes y juguetes pesados, que decían «Hecho en China» por todas partes y eran de altísima calidad.

La felicidad huele a tardes de otoño en casa de mi abuela, trepado al limonero del patio, planeando la siguiente invasión a «aquellas tierras que se ven al otro lado del mar verde». Y también al papel que uno encuentra en un bolsillo, con un «te quiero». Libros recién abiertos, mal cortados, que escondían mundos enteros detrás de su perfume.

Dicen que el olfato es el sentido que más afecta nuestra percepción, que está atado a mecanismos instintivos, primigenios, que no sabemos racionalizar.

Hoy caminaba por Reforma, y a la altura del Botánico me encontré con un olor que me transportó 25 años hacia atrás. Quizás fue una flor, o la pintura fresca de una reja. Lo sentí sutil, pero indistinto. Cada vez que «pescaba» su rastro, podía sentir dispararse los impulsos eléctricos en mi cabeza. Todavía siento, mientras escribo, una sensación de paz y familiaridad en el pecho.

Me volví loco tratando de encontrar las dos fuentes: la actual, la fuente del aroma y la anterior, la fuente del recuerdo. No lo logré, quizás en unos meses recuerde el momento exacto y no lo relacione con su perfume.

Pasé, absorto, por todos esos lugares: mi auto de rally que chocaba y retomaba su rumbo, los libros de Verne y Salgari que me hicieron conocer un mundo amplio y fascinante, los patios, los besos, los recuerdos que bien podrían ser sueños.

Cuando desperté, seguía caminando por el corazón de la Ciudad de México. Mi ciudad, mi México. Un lugar donde respiro felicidad todos los días.

Y ya no sé si es que sigo soñando.

Be drunk!

Encontré este texto atribuído a Baudelaire de pura casualidad. Describe bastante bien esa aspiración, íntima pero constante, a la felicidad que todos guardamos a flor de piel.

Ya sea emprendiendo, formando una familia, estudiando, descubriendo, volando, creo que el sentido último con que lo intentamos es poder perdernos, borrachos de felicidad, en lo que hacemos.

Feliz quien pueda vivir continuamente borracho.

Be Drunk
by Charles Baudelaire
Translated by Louis Simpson

You have to be always drunk. That’s all there is to it—it’s the only way. So as not to feel the horrible burden of time that breaks your back and bends you to the earth, you have to be continually drunk. But on what? Wine, poetry or virtue, as you wish. But be drunk. And if sometimes, on the steps of a palace or the green grass of a ditch, in the mournful solitude of your room, you wake again, drunkenness already diminishing or gone, ask the wind, the wave, the star, the bird, the clock, everything that is flying, everything that is groaning, everything that is rolling, everything that is singing, everything that is speaking… ask what time it is and wind, wave, star, bird, clock will answer you: “It is time to be drunk! So as not to be the martyred slaves of time, be drunk, be continually drunk! On wine, on poetry or on virtue as you wish.”

Lo encontré en Jacob Singh online » Be Drunk.

Menorca Tech Talk: meeting of the minds

UPDATE: Varias fotos que tomé ya están en Flickr.

La semana pasada estuve viernes y sábado en Menorca Tech Talk, sumergido en esa extraña y sorprendentemente efectiva mezcla de informalidad, cercanía y franqueza que se logra cuando todo el mundo puede ver que hace siiiglos que no te pones al sol.

Ya Eduardo, Mariano, Santiago Bilinkis y Damián Voltes describieron más que bien lo que pasa en el evento, a mí me gustaría probar con un par de interpretaciones sobre lo que pude ver y aprender mientras me asomaba al sol de a ratos para no terminar color camarón como Amartino.

Meeting of the minds (MOTM) es un concepto que en inglés sirve doblemente bien para expresar cómo sentí el evento. Además de la literal «reunión de las mentes», MOTM en español se traduciría como la «voluntad contractual»: antes de celebrar un contrato, las partes acuerdan las condiciones del mismo de manera que la relación funcione para ambos. Cuando una de las partes detenta un poder/interés desproporcionado, se dice que no hay «meeting of the minds» y eso puede llegar a invalidar el contrato, por ejemplo en el caso de las licencias «forzadas» de Windows que Microsoft tuvo que reembolsar a gente que habían comprado equipos con Windows preinstalado y no podían evitar pagar por él, aunque luego usaban otro sistema operativo.

Mucho preámbulo. La cuestión en Menorca Tech Talk es compartir y descubrir, y si fueras con otra intención desentonarías bastante. Nadie está en un pedestal, ni nadie va con la tarjeta de presentación por delante del saludo. Todo el mundo se interesa por conocer al resto del grupo y la conversación es muy relajada, sin que eso le reste profundidad.

El estilo y formato del evento me hace pensar que Varsavsky entiende y extiende una norma fundamental, que no siempre se sigue pero ha probado ser efectiva a lo largo de siglos: siempre es mejor hacer negocios entre amigos.

Quizás poniéndose más riguroso y enfocándose solo en resultados se puedan conseguir un par de puntos más de rendimiento, pero la paz mental, la buena onda y las múltiples oportunidades que se desarrollan trabajando con like-minded people (ves? Hay un patrón detrás de la insistencia), supera con creces acabar con un poco más de plata y una úlcera de tanta mala sangre.

Menorca Tech Talk me pareció un evento donde uno no va a hacer «match» con un inversor, un potable partner o futuro cliente, sino que muchas más veces ví gente haciendo «click«, conectando entre personas y compartiendo vivencias.

Esta casta de emprendedores, innovadores y vanguardistas viven su negocio, está en su ADN y corre por su sangre. Si las personas conectan, seguro se abrirán oportunidades de negocio.

Y esto facilita una tercera pata de la historia: cuando a cada uno le tocó el turno de hablar, el ambiente de apertura y las chispas generadas ayudaron a que nadie diga «esto hago, ergo soy muy cool» sino que muchos aprovecharon el IQ acumulado de la sala para pedir ayuda -que estoy seguro que recibieron-, o para contar de su causa, su tierra y sus creencias -y fueron atentamente escuchados.

Yo estuve como una esponja, escuchando y aprendiendo. No creo que podría haber aportado algo revelador a tantos buenos temas que se ponían sobre la mesa, pero si me dieran el micrófono ahora, lo usaría para agradecer tantas nuevas perspectivas y apretones de manos.

Ojalá estos encuentros se repitan muchas veces más y ojalá surjan muchos otros eventos con el mismo espíritu sano y abierto. Martín, Nina, Matías (gracias!) y el Mediterráneo le saben dar el toque único e inolvidable, pero apuesto a que hay más gente, incluso en otros ámbitos menos tecnológicos que se beneficiarían con un flujo de energías positivas como el que se genera en Menorca Tech Talk.

Notas de color que rescato de la memoria:

  • Hay buenos anfitriones, grandes anfitriones y en su propia liga: Martín Varsavsky. Todo en las fincas está preparado para recibir gente y hacerlos sentir como en casa. Detalles de todo tipo desde la comida rica y variada, blisters con cepillos de dientes en todos los baños (c’mon, quién viaja sin su kit personal? pero incluso esto estaba pensado), hasta bloqueadeores solares de todo tipo y potencia junto a la piscina, sumados a las reformas hechas a las fincas para recibir tal cantidad de gente con total comodidad, redondean la experiencia del encuentro para que sea perfecto.
  • Cuando hablo de la falta de sol, lo digo en serio. Alguien, yendo al aeropuerto de regreso a la cruda realidad, portaba un rostro fucsia brillante, acentuado por un antifaz blanco donde antes hubo lentes oscuros.
  • El libro Outliers de Malcolm Gladwell es un gran éxito entre los asistentes: en tres diferentes conversaciones escuché algo similar a «lo acabo de terminar, lo tengo en la maleta, te lo traigo en un rato». Damián Voltes trazó una serie de paralelos interesantes entre las descripciones del libro y la «fauna» reunida en Menorca.
  • La variedad de asistentes propició descubrientos interesantes. Escuché «uno a veces se mueve en un círculo un poco reducido y tendemos a desestimar a la gente ‘de afuera’. Luego los escuchas en cualquier conversación casual y te encuentras un tipo que está trabajando en cosas tan interesantes, pensando tan adelante, que te preguntas por qué no llevas horas escuchándolo y aprendiendo algo nuevo».
  • El viernes por la noche fue la celebración de la festividad del solsticio de verano en Suecia, algo similar a la fiesta de Inti Raymi en la cultura incaica. Cinco suecos cantaron, bailaron y tradujeron las canciones tradicionales de la fiesta en medio de una avalancha de aplausos.
  • Nunca viajes con zapatos nuevos.

Y ojalá encuentres…

Curiosas maneras tiene el destino de recordarte que te está mirando.

Caminaba por un parque en El Escorial, cuando sentí el ruido que hacía una ardilla mientras se robaba una piña (de pino, no del Caribe).

Ardilla laboriosa

Ardilla laboriosa

Mientras acomodaba otra vez la cámara y me aprestaba a seguir caminando, se me acercó un lugareño de pelo blanco, voz cascada y pañuelo de tela con mocos de ayer.

«Allá más abajo donde hay césped más verde, las encuentras caminando tan campantes, mucho más cerca».

Seguimos caminando por una subida que ya no fue tan larga.

Entre resoplidos, que en él se entienden y en mí dan risa, sabiendo que la caza es una actividad muy extendida en España, pregunté si los vecinos las cazaban. Me dijo que no, que las ardillas de ese parque «son de la humanidad, ni una piña caída podemos sacar de acá». Pero él se roba una cada tanto y las hace germinar, para después plantar el futuro arbolito en algún rincón del pueblo. «Ya tengo unos siete u ocho pinos creciendo por ahí» -dice, con la seguridad de quien sabe que no todas las reglas merecen atención.

Me contó que su hermano trabaja en un puerto y rescató una ardilla «toda negra, y con una estrella blanca en la frente» de un contenedor. Ahora lo acompaña a todas partes, y tuvo que registrarla como mascota, vacunarla y presentarla a revisiones para viajar. Que su sobrino adiestra perros, y le quedan más celosos de lo debido: los dueños no tienen problemas, pero a veces un novio efusivo recibe un mordisco inesperado.

La subida había acabado y estábamos hablando en una esquina como dos viejas chismosas. Me recomendó dar una vuelta por el centro histórico del pueblo.

Se despidió diciendo «Y ojalá encuentres lo que estás cazando» sin saber que jamás olvidaré cómo me sentí al descubrir -por enésima vez- que ya lo tengo todo.

Your life is your life

your life is your life
don’t let it be clubbed into dank submission.
be on the watch.
there are ways out.
there is a light somewhere.
it may not be much light but
it beats darkness.
be on the watch.
the gods offer you chances.
know them.
take them.
you can’t beat death but
you can beat death in life, sometimes.
and the more often you learn to do it,
the more light there will be.
your life is your life.
know life is your life.
know it while you have it.
you are marvelous
the gods wait to delight
in you.

Charles Bukowski

Gracias, Marilink

Este es sólo el inicio

Comenzó el último mes del año.

Fue un buen año, que termina con un horizonte medio sombrío.

No quiero dejarlo terminar mal. Sigo optimista y todavía creo que lo mejor de la vida ocurre a cada minuto, sin avisar.

Como este video:

Si algo como esta canción sirve para hacer que tu alma sonría unos minutos, también puede servir para que te des cuenta que ningún problema es TAN grave.

Lo ví en SalvadorLeal.com.

Ciudad de las Ideas, una experiencia inolvidable

Ayer terminó Ciudad de las Ideas y todavía me brillan los ojos.

En el site del evento se pueden tener detalles de todo lo que ocurrió, acá van mis impresiones.

Llevo unos años fascinado con TED y cuando me enteré que Ciudad de las Ideas existía, lo primero que pensé fue «esto es una versión de TED pero más acá». Luego me enteré que Andrés Roemer, el organizador/ideólogo del proyecto, estuvo en TED este año.

La temporada de fin de año es habitualmente agitada en AREA6, así que no pude estar todo el tiempo en Puebla, fui por las tardes a una o dos sesiones. Me quedé con muchas ganas de más.

Ciudad de las Ideas no tiene nada que envidiarle a TED:

  • El grupo de expositores fue de un nivel excepcional, muchos grandes speakers internacionales que dieron brillo a la temática del evento.
  • La mezcla de temas fue variada e interesante: discusiones alrededor de ¿En qué creemos?, ¿Cómo nos comunicamos?, ¿Qué nos domina? y otros temas agrupaban diferentes perspectivas alrededor del eje de conversación.
  • Los formatos de exposición tuvieron su chiste también. La primera sesión que ví fue ¿En qué creemos? y en este segmento los ponentes hacían su presentación desde un ring de box en el escenario, para luego lanzar preguntas al «bando contrario» (eran ateos versus religiosos, así que se puso intenso el debate).
  • El lugar elegido -Centro de Convenciones Puebla- y su entorno: perfectos. Fue muy fácil llegar desde México sin mapa. Las instalaciones fueron más que suficientes para la cantidad de gente que asistió, nunca ví un baño sucio o con fila, el personal de apoyo (seguridad, mantenimiento, etc) era cordial y eficiente.
  • Puebla es una ciudad que me encanta y hasta el clima colaboró: días soleados, de una temperatura agradabilísima fueron la constante.

En total, la experiencia fue muy positiva y edificante. Ahora a revisar algunas curiosidades que encontré mientras estuve ahí.

  1. En algún punto preguntaron desde el escenario cuántos poblanos había en el auditorio y hubo un 50% de manos levantadas, aproximadamente. Me parece excelente que la gente de Puebla disfrute del evento, pero me parece que la mezcla quedó desbalanceada, quizás por falta de comunicación.
  2. Siguiendo, no hubo mucha comunicación previa al evento. Es probable que Proyecto 40 haya estado plagado de anuncios de Ciudad de las Ideas, pero no creo que sea el lugar ideal para concentrar el 100% de la comunicación.
  3. Sea como sea, uno de los boletos premiados en una rifa tenía el número 2700 y algo. Eso es indicador de MUCHA gente.
  4. El costo de $21,900 no me pareció descabellado una vez que fui al evento. El website oficial no termina de venderte la idea.
  5. El 80% de los asistentes le respondió a Michael Shermer que eran más o menos religiosos. Casi se desmaya. Preguntar eso en Puebla puede conllevar esas decepciones.
  6. Había una fauna extrañamente mezclada. Por una parte, ví al típico empresario de 50 años acompañado de una jovenzuela de 20 en traje de antro y maquillaje a tono de cocktail. Pobrecita, tenía una cara de aburrimiento que se le caía. Otros grupos de intelectualoides que intentaban reinterpretar lo que los expositores decían. «Eso es un sofisma», repetía un pesado atrás mío a un grupo de impresionables, hasta que lo callé. También estaban las chicas de revelador escote atraídas por el glamour del entorno «televisivo» del evento, que salían a fumar a la mitad de las presentaciones, porque lo importante era saludar gente en los intermedios.
  7. Mares de estudiantes que tuvieron oportunidad de saludar a los pesos pesados antes y después de cada sesión. Espero que sepan reconocer que quienes les firmaron la libreta están entre las mentes más brillantes del mundo.
  8. Los presentadores fueron audiencia también y, salvo algunas excepciones, estuvieron presentes en todas las sesiones. Me imagino que para ellos es una parranda entre viejos amigos.
  9. Las sillas eran un asco, después de un par de horas dolía bastante. Igual, no es fácil sentar semejante masa de gente. La distribución de espacios, los pasillos de acceso, todo el resto estuvo muy bien.
  10. No había redes inalámbricas disponibles para hacer reseñas en vivo. Dependí de un par de redes abiertas bastante erráticas y la conexión EDGE de mi teléfono. De todas maneras, no es el tipo de evento que uno puede pasarse pendejeando. A diferencia de otros donde el «backchannel» es lo divertido, acá lo atractivo estaba LEJOS de la pantalla.
  11. Las cámaras del circuito cerrado que alimentaban las pantallas a veces se perdían algunas escenas, pero estuvieron muy bien en general. El nivel de audio y la calidad del montaje fueron excelentes.
  12. Nunca había estado en un evento con TANTOS equipos de traducción simultánea. Los auriculares/audífonos de modelo viejo que no van in-ear generan un murmullo insoportable cuando son 2000.
  13. Como se ve en el historial de posts, el viernes tomé varias fotos. El sábado anunciaron que estaba terminantemente prohibido usar cámaras de cualquier tipo y que el personal de seguridad tenía orden de correr a cualquier que lo hiciera. Hasta donde sé, inicialmente esto fue un pedido de David Konzevik, que huye de cámaras y medios como de la peste. Pero después que se bajó del escenario siguieron con la pendejada y se llevaron a varias personas del lugar. Me parece que si es tu primer evento de este tipo, deberías ENTREGAR cámaras en la puerta para inundar la web de fotos e impresiones del evento. Ninguna foto ni video pendejo va a competir con las tomas del equipo de TV Azteca que grabó todo.

Creo que hasta acá estamos bien. Si me acuerdo de algo más, lo agrego.

Bottom-line: el año próximo no me lo pierdo, y ya convencí a un par de amigotes que se sumen y hagamos una excursión a Puebla el 5 de noviembre del 2009 (según anunciaron al cierre).