Steve Baker escribió un artículo sobre Twitter para BusinessWeek, y en un followup cuenta cómo recibió mucha información que era «too much PR».
Hay demasiada autopromoción dando vueltas por el mundo online, y lo que me sorprende es que haya gente que piense que esa es la manera natural de operar. Entiendo que aparecer en una nota de BusinessWeek es tentador per se, pero ¿cuán irrealistas podemos ser? El periodista va a mirar un poco y descubrir que a mi «portal de negocios B2B y blahblahblah» lo visita sólo mi mamá.
Con el lanzamiento de ActualízaTe, y la difusión que tuvo gracias a Darío Gallo, José Luis Orihuela y Mariano Amartino (más un fulano que republica el feed de Überbin en notasd.com), comencé a recibir recomendaciones de websites para incluír en el «revistero». De unos 150 mensajes, el 98% se trataba de tipos recomendando su propio blog.
A ver, abajo tengo una silla, no un pedestal, y entiendo que ActualízaTe es un website pedorro que debería estar agradecido por encontrar contenido. La cuestión es que cuando pensé en las recomendaciones, supuse que los primeros 10 que pasaran por el site podrían decir «Imbécil, te olvidaste de fulano, que escribe uno de los mejores blogs en español sobre Sinusitis Crónica». Lo que me encontré fue con gente que se ahorraba las iniciales si podía, y nada más tiraba el link a su site.
Yo lo hice mil veces, con mi blog y con algunas ideas que publiqué online, pero dejé de hacerlo. Supongo que así como uno aprende, «el ecosistema» también aprende y esta sería una práctica obsoleta ya.
Parece que no, que sigue viva y no se va a ir.
¿Podemos construir algo sobre esto? A ver si alguno de los bloggers que ya entró al revistero vuelve por acá o por el site y me recomienda algo nuevo. Ya me enteré qué escriben, ahora quiero saber qué leen.