México monocromático

Me causó curiosidad. Ayer domingo salí a dar vueltas a una zona linda de la ciudad, buscando una tiendita (Distroller) donde venden adornos y chucherías con frases y comentarios «cool». Una que se ganó mi carcajada fue un cuadrito donde venía dibujada una virgen de Guadalupe en trazos casi infantiles, junto con esta frase: «Virgencita plis protégeme de la celulitis».

Una parejita que entró al mismo negocio donde estaba yo llamó mi atención. Tendrían entre 26 y 28 años e iban vestidos exactamente iguales. Camiseta polo amarilla, jeans claros, calzado negro.

Ab-so-lu-ta-men-te ridículos! Después de ver a estos dos gansos, si mi pareja me pidiera hacer semejante taradez, huiría despavorido. Ni siquiera para una fiesta de disfraces, jamás iría de «The Blues Brothers».

Esto por supuesto despertó mi curiosidad, y me encontré observando con más atención durante la tarde. Encontré de todo. más tarde fuí al Centro Comercial Santa Fe, un monstruo comercial con media humanidad adentro en los inicios del frenesí de compras navideñas.

Madre e hija uniformadas: botas vaqueras blancas, falda vaporosa blanca, blusas rosadas. La hija era demasiado niña como para que le quede sexy, la madre era demasiado gorda como para que la falda cayera naturalmente. Las dos juntas eran un espectáculo deprimente.

Señora de buena posición enfundada en una sola marca: no ví los zapatos, pero desde ahí para arriba, estaba toda-del-mismo-color, con un deleznable conjunto Burberry color cacao y tapada de accesorios acordes.

Ojo, «no, no soy un crítico de modas, ni nada parecido», Burberry estaba impreso a todo lo ancho de la señora, y yo ya estaba mirando con malicia, así que se me grabó.

Después de eso, siguieron varios ejemplos, entremezclados con recuerdos. Muchas veces me encontré que las mujeres del DF (que son las que más he visto) confunden combinar con igualar, y se visten del mismo color desde las patas hasta los pelos (de la cabeza).

Nada más aburrido para mirar. Violeta o bordeaux oscuro, desde los zapatos, las medias, pantalón, camiseta, blusa y saco! (Tania, si alguna vez lees esto, eres tú!). Obviamente, los aros, y hasta la atadura del pelo usan el mismo pantone.

Y… por limitaciones propias de la fabricación, estimo que las texturas varían de prenda en prenda, pero tooooodas las prendas de un mismo color dejan a la portadora convertida en una masa informe, sin destacar nada de lo bueno, ni esconder las miserias.

Imagino que es una mal entendida cuestión de seguridad. Mezclar violeta con naranja (creo que son complementarios) es una elección que no todas se sentirán capaces de tomar.

Si me preguntan, prefiero a las que se arriesgan. Parecen vivas.