En mi recuento de la música que elijo a veces me olvidé de un uso esencial que hoy extraño: música para NO escuchar conversaciones de otros.
No ando acarreando MP3 por ahí, aunque mi Palm puede. Tengo algunos temas de Baglietto en ella, que quedaron después de una prueba y demo.
Estoy en el aeropuerto Viru-Viru, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Desde la fila de check-in en México que estoy sufriendo de los tímpanos culpa de dos causas centrales: lo poco que me interesa lo que dice la gente, y lo fuerte que lo dice.
En México tuve que aguantar la mitad que quedó de mi lado de una llamada de alrededor de 20 minutos. La chica hizo un inventario detallado de las cosas que había elegido dejar en los sillones de su casa para que no le cobraran sobrepeso, y también hizo una desesperantemente minuciosa lista de asistentes a no-sé-qué fiesta en la casa de la tía Haydeé. Y eso no era todo, hubieran escuchado el timbre insufrible de su vocecita…
En Bolivia, llevo alrededor de 2 horas informándome de las causas, condiciones y status actual del divorcio de una chica salteña con su (ex) marido yankee. Por otro lado, el interlocutor, un mexicano que estoy seguro que se la quiere levantar -a pesar de los hijos que acarrea- le explica en un tono de condescendencia forzado por qué no debe hacerse un tatuaje: "cada uno de nosotros es un todo, escrito con una pluma infinita […] el tatuaje significa algo para tí ahora, pero checa cómo cuadra con tu todo a través del tiempo, porque si no, puta…", suelta, apabullando con la facilidad de palabra y la claridad del jeroglífico.
Ahora mientras escribo esto, ella explica el uso y significado de "boludo" (note to self, tengo que volver a la calle "Cerro Boludo" en la colonia Campestre Churubusco y sacarle una foto) y cómo se compara con wey y cabrón. Porque ella, como vive en USA, sabe suficiente del dialecto mexicano (obviously) como para explicárselo a un chilango y un brasilero -que también le mira el escote.
Listo, acaban de llamar para el embarque del vuelo que se los lleva. Ahora puedo volver a escuchar las voces que me dicen que descuartice a mi abuela y llene la Palm de música.
Pensar que otras veces me fue TAN bien…
[UPDATE] La chica no se fue en el mismo vuelo que el resto y lamento anunciar que no cambió de lugar. ahora encontró una nueva víctima a la que le está explicando que "el mandarín es el idioma más extendido del mundo… Hay muchísimos y muchísimos chinos…"
You’ve gotta be here.