Los que matan. Los que mienten. Los que roban. Los que estafan. Los que evaden. Los que oprimen. Los que callan. Los que negocian. Los que transan. Los que acusan. Los que amañan. Los que hieren. Los que dividen. Los que acuerdan. Los que torturan. Los que ignoran. Los que añoran.
Los hijos de puta. Los mesiánicos. Los vendidos. Los traidores. Los maquavélicos. Los cobardes. Los obsecuentes. Los prepotentes. Los elegidos. Los descastados. Los incomprensibles. Los inexplicables.
Impotentes. Tiránicos. Dictadores. Desalmados. Delirantes. Desorientados. Oligarcas. Cómplices. Nostálgicos. Impunes. Derrotados. Ilusos. Vergonzosos.
Financian. Sostienen. Acallan. Acatan. Seducen. Revenden. Ocultan. Disfrazan. Sojuzgan. Ensalzan.
Ellos saben quiénes son. En cada país, en cada rincón, repiten un gesto, una letanía. En España visitan la tumba de Franco y le rinden homenaje. En Argentina organizan reuniones y actos de «desagravio» a Videla, y te dicen «y… había mano dura, pero con los milicos por lo menos se podía salir a la calle» apenas creen que eres «de los suyos». En Chile siguen creyendo que con Pinochet estaban mejor, total los muertos son «de lo(s) otro(s), hueón». En Alemania se rapan la cabeza y golpean a turcos, porque esa es una de las prerrogativas de la raza superior. En Irán cuentan mal los votos, para poder dispararle a los disidentes.
Nosotros también sabemos bien quiénes son, y ya no se nos escapan. Son los que ya no sirven, son los que ya no encajan. Son los que sobran.
En España estuve visitando El Escorial y San Lorenzo, donde enterraron a Franco. Lindos pueblitos, no se merecen que los huesos de esa lacra les contaminen el suelo.