«Volteamos al bastardo» – Sir Edmund Hillary

Eso dijo cuando bajó del Everest. Siempre se autocalificó como un «tipo ordinario, de cualidades ordinarias». El apicultor neozelandés (o es con «c»?) que se trepó en 1953 a la cima más alta del mundo murió hoy a los 88 años.

Y aunque su nombre va a vivir por siempre en el Olimpo de los aventureros, junto a Scott, Amundsen, Livingstone y Stanley, necesitamos más héroes de estos entre nosotros. Necesitamos que estos «tipos ordinarios» nos inviten a mirar cada cima, cada polo, cada continente desconocido y pensar: yo podría conquistarlo.

Porque creo que ese es el significado último de «Humanidad»: si uno puede, TODOS podemos. Aunque en estos últimos tiempos, si miramos a Kenya y Darfur (y Colombia y Nepal y Pakistan y…), no parezca creíble.