Soy Scherezade: si mis historias no fascinan al Pasha, me matará en la mañana.
Eso dice una antropóloga cultural de 60 años, 25 de ellos casada y que gana más dinero poniéndose al teléfono que trabajando para una corporación.
De casualidad me encontré con Phonesex en Mother Jones, un ensayo fotográfico que explora a los operadores de líneas calientes, con historias cortas sobre cada uno, llamadas memorables y fotos que te cortan la respiración.
No me termino de explicar la necesidad íntima de inventarse historias, para materializarlas en una charla anónima por teléfono. Supongo que representan una forma primordial de escapismo.
Creo que hay historias que se viven mejor con los ojos bien abiertos, basta con encontrar tu Scherezade personal.