El sábado no tuve nada mejor que hacer que publicar Blame It On Scoble.
La historia es así: parece que uno de los desarrolladores de Twitter publicó una explicación sobre por qué no logran mantenerse en pie, con un párrafo medio confuso sobre que los «power users» ponen un stress extra en el sistema.
De ahí todo el mundo salió a decir que la culpa de las caídas de Twitter era de Scoble, luego vino una aclaración por parte de Evan Williams y expresiones de desilusión cuando se descubrió que Scoble no sería el chivo expiatorio.
La solución? Blame It On Scoble. Para descargarse cuestiones desde «Twitter está caído» a «mi bebé todavía no pide ir al baño» o «Calacanis» y calamidades parecidas.
Fue un ejercicio interesante, seguir las porquerías que escribía la gente terminó siendo cansador, hay bastante mala onda buscando dónde materializarse (en particular contra Gordon Brown y Sharon Stone).
Sorry Robert, it was just a little fun on a weekend.