Me encontré con este cartoon de Hugh MacLeod, que describe perfectamente cómo vengo de la cabeza por estos días.
Por estos días viví una vorágine de trabajo, con nuevos clientes, más gente en la agencia y nuevos proyectos para encarar, sumado a la mudanza de la oficina de AREA6 y mi propia mudanza una semana después (quien dijo que las mudanzas son uno de los eventos más estresantes, apenas rascó la superficie…).
Todo esto vino a «enriquecer» mi vida, de varias formas, ninguna de las cuales se parece al dinero en efectivo. Nuevos clientes y proyectos significan una administración más compleja, nueva casa significa martillazos en los dedos mientras instalo cortinas y estanterías, nuevas oficinas de AREA6 significan una hora y cuarto por viaje, a las 8 de la mañana y a las 9 de la noche.
Necesito enfrentar ahora la segunda mitad del ciclo, tengo que simplificar un poco. Son las 19:37 de un martes y todavía tengo pendientes un tercio de las cosas con que comencé el día. Siento la necesidad de recuperar los fines de semana y desacelerar un poco. No me quejo, todo lo que vino -hasta ahora- es positivo, pero no quiero chocar contra una pared y quemarme (adaptación libre de crash and burn, get it?).
Necesito comprarme zapatos, y un par de camisas nuevas. Salir a comer, volver a ver a viejos y nuevos amigos. Respetar el ciclo. Una vez cumplida esta fase, voy a estar listo para lo que viene.
¿Danzantes y mezcal? o ¿Lasagna de Jabalí y Grappa? Pon la fecha
En ese orden, me recomendó el doctor 🙂 Primero al sur, que les debo una visita, luego repetimos el italiano.
Sabes lo que hace falta Andrecito, es alguna visita de tu hermano menor con algún amigo para que te entretengan un poco, saludos.
Je, voy a ver si con unas pastillas se me pasa whatever this is… 😛
Aparte, mi hermano se aparece con cada plomo… 😉