Dale al consumidor lo que quiera, aunque sea un asco

Hoy estuve en la Fiesta de la Vendimia, en Cavas Freixenet (cerca de Tequisquiapan, Qro). La invitación mentía diciendo que iba a disfrutar de un encuentro de las culturas de México y Cataluña.

Pareció un buen paseo para llevar a los suegros a dar la vuelta, ya que el 50% de mis suegros es catalán (sí, me gusta complicarla sin necesidad).

Me equivoqué. De cultura no había nada, salvo por un talento local que cantaba salsa con el volumen demasiado alto. La comida se reducía a encurtidos y paellas preparadas in situ en varios puestos alrededor de un gran patio. Rico, pero saturado de gente. Nadie de los que cocinaban o atendían los puestos estaban preparados para atender la marea de chilangos hambrientos que se arremolinaban en los mostradores.

Al final los suegros quedaron contentos, pero un poco abrumados por el lío. Como broche de oro de la tarde: vino con Sprite.

Mientras que Freixenet se precia de mantener las tradiciones catalanas para producir el mejor cava y excelentes vinos, lo que más se veía en las mesas eran jarras cargadas con una mezcla de vino más 2 botellitas de Sprite.

Imagino que los catalanes no tienen idea de lo que los herejes estos hicieron. Lo peor es que como parte del show había algunos tipos disfrazados de sommelier por el patio, y ninguno parecía horrorizarse con la mezcla infernal.

Winey weekend

I went to the Freixenet grape harvesting party today. It was a non-event, but something caught my attention: in booths spread around the patio, they were serving red wine mixed with Sprite in pitchers for the masses.

Freixenet is known to be one of the best cavas in Spain (cava is champagne less the "Denomination of Origin" crap), and they try to keep it as exclusive as they can. I guess the Spaniards completely ignore what their mexican partners are doing. Yuck.