Estuve en el evento del Día de Internet en México, organizado por la Presidencia de México, la Asociación Mexicana de Internet, la Asociación de Bancos Mexicanos y otras entidades similares (más datos en el site del evento).
Ya opiné a priori sobre esto, y más o menos la predicción se cumplió. Eduardo Arcos es bastante más radical que yo en sus concluisones, y con razón.
Ante todo, quiero que quede claro esto: ME PARECE BIEN que se hagan estos eventos. Que «La Industria de Internet en México» se reúna, hable un poco y tome un par de cafés. Pero no me parece tan bueno el flagrante caso de autocontemplación umbilical que presencié esta mañana, y me jode bastante que piensen que están solos y no hay nada más allá de sus narices.
Por una parte, la «Industria» estaba representada por unas doscientas personas. De un mercado de 17-18 millones de participantes, esto ni siquiera cumple la (recientemente enunciada) norma del 1%.
Gobierno, banca, portales, universidades, lobby groups y se acabó la industria. Entre la «Audiencia»: empresas que hacen publicidad en línea, invitadas por agencias que les administran la inversión y son la teta que alimenta a los portales. Ni un emprendedor, ni hablar de innovadores.
Jocosamente, Adriana Peña de esmas.com se refirió a la fauna como «los dinosaurios de la industria». Risitas nerviosas aparte, tiene razón: no hay caras nuevas desde que los conocí hace un poco más de cuatro años. Los mismo nombres, los mismos mantras, las mismas caras. Y canas nuevas.
Voy a tratar de hacer una crítica más o menos sana. Sepan que esta es una opinión personal y si me pongo molesto con algo, es probablemente un caso de cosmovisión diferente.
El evento en general me pareció bastante aburrido. No por la notable ausencia de porristas y otras señoritas de vestuario revelador que hubieran amenizado una mañana medio fría y lluviosa, sino porque nadie se aflojó la corbata ni un milímetro.
Entre los organizadores estuvo la Presidencia, pero Fox no apareció, muchachos. Podrían haber relajado un poco el discurso. Cada uno de los tipos que escuché, comenzaban con «Honorable fulano, Señor subsecretarios de XXXX, estimado fulanito que me invitó, damas y caballeros congregados». Como si se abriera una sesión de debate en el congreso. Todo acartonado, tieso, formal de más. Faltaban las bolitas de naftalina para convertirse en una de las tertulias de té (tetulias?) del club de admiradoras de Anatoly Karpov.
Otra cuestión eran las presentaciones en sí. Nadie leyó Presentation Zen, Beyond bullets ni ninguno parecido. La mitad de los expositores usaron slideshows sobrecargados, con mucho texto, algunos bastante desordenados y con info que merecía profundización y debate, y terminaba distrayéndome, porque el discurso no paraba.
La OTRA mitad, fueron PEORES. Llegaron con su pila de papeles al podio, los tiraron sobre la laptop que estaba ahí (‘pa nada, parece), leyeron, leyeron, leyeron y leyeron, mientras disfrutábamos de varios planos de la misma cada en pantallas medio borrosas (E.A. tiene razón, estábamos al frente de una pantalla y resultaba imposible leer nada porque le pegaba un reflector más fuerte que el proyector).
Noooooo, no es estrictamente necesario desplegar el histrionismo de Steve Jobs. Pero señores, estamos hablando de Los Representantes de la Industria de Internet en México. Son los mejores, los más vocales, los más dedicados (pocos puestos son rentados, la mayoría -espero- trabajan en la AMIPCI por pasión, no?). Son los que hace 6 años eran visionarios, o trabajaban para uno. Y los que más desaprovechan el fabuloso entorno tecnológico al que tienen acceso. El reporte anual de la Asociación del Notariado Mexicano usa slideshows iguales a los que usa la Asociación Mexicana de Internet. Viejo, eso dice algo.
Más o menos esa es la impresión que me llevé del evento en sí. Y es lo único que me llevé, porque los handouts no tenían copias de las presentaciones de los expositores, sólo folletos.
El asunto es: no estuvo inherentemente mal. Cualquier evento puede tener un par de fallas de organización, pero si el organizador es la crema del mercado de crecimiento más explosivo, los innovadores más talentosos y toooooodas las bellezas que dicen de sí mismos, sepan que la exigencia va a ser alta.
O dejen de autoproclamarse «La Industria».
Internet Day in Mexico
Made me cry: no wifi, no interactivity, no new faces in a tired industry/market. Not even new conversations, just plain ‘ol bragging and navel-gazing.
Believe it or not, the whole Spanish post says exactly the same thing, but whining and sobbing.