Merry christmas Mr. President

Hoy ví en El Defecto Perfecto Blog una nota sobre 2154 árboles denavidad, cada uno con el nombre de los caídos yankees en el últimoreality show producido por la Casa Blanca.

Me puse a pensar en la cantidad de cosas que unos pretenden que nadie olvide, y lo relacioné con la infinidad de cosas similares que uno recibe por email.

En general me molestan las cadenas de email que incitan a un montón de gente, en general a 6 o más grados de separación del autor del email original, a "no olvidar" algo que el autor no quisiera que se olvide.

En general, esas consignas que caen a mi inbox sin pedir permiso, suelen responder a los intereses, pasiones, heridas abiertas o carencias que una persona, o un reducido grupo, pretende imponer en el resto, ya sea por conmiseración o hartazgo.

A lo largo de mi vida digital (unos 11 años de internet que equivalen a 77 años de perro, que equivalen…), he recibido invitaciones a no olvidame de:

  • El holocausto nazi
  • Las flotas balleneras japonesas que violan tratados internacionales
  • La tala indiscriminada de la selva amazónica
  • Los atentados de la AMIA y la embajada de Israel en Argentina
  • Los desaparecidos de la(s) dictadura(s) argentina(s)
  • Las encuestas que hacían en el sur, preguntando cosas que hacían pensar que parte de la Patagonia se iba a usar como parte de pago de la deuda externa argentina
  • Las Malvinas
  • Los niños que se vieron forzados a dar su vida por las Malvinas
  • Los tipos que lo hicieron con heroísmo y coraje
  • Los hijos de puta que forzaron a los unos, y sacrificaron a los otros, mientras se emborrachaban en la Rosada
  • Los que los apañaron
  • Los que tenían dólares en el banco y se los agarró el corralito
  • Menem y sus amigos
  • De la Rúa y sus amigos
  • Rodriguez Saa y sus amigos
  • Vladimir Putin y sus amigos
  • El PRI, que ya no tiene amigos, sólo secuaces
  • Los muertos del atentado de Madrid, y los de Londres
  • Los muertos de la guerra del Golfo
  • Los de esta guerra

En general, como soy un tipo de temperamento relativamente afable y tan sensible como el vecino, me preocupa vivir en un mundo cada vez más violento, con cada vez más y más serias amenazas y poderes.

Pero TU causa no me importa. Porque tengo mis propias preocupaciones y además estoy absoluta, extraordinaria e irreconciliablemente seguro que MI causa no te importa. Porque si realmente te importara, en vez de mandarme tu estúpida cadena de email, o en vez de ponerte a escribir tus arengas al vacío, me hubieras preguntado qué me preocupa. Y yo con gusto te cuento.