Caras frescas

Cómo reaccionarías si al entrevistar a un prospecto de empleado, lo encuentras sentado frente a tí con unos 33-35 años, cara de no haber necesitado jamás reparar un pantalón con una engrapadora y un currículum que dice en alguna parte «Precandidato a Presidente de la República»? Lo contratarías para gerenciar un negocio?

Supongamos que la gente lo vota masivamente. Supongamos que ningún cataclismo impide que llegue a la presidencia. Me pregunto: es ese el presidente que necesitamos?

Es ese el tipo que cuenta con el aplomo y el peso político necesario para desempeñarse en la presidencia entre medio de las pirañas que ya habitan el sistema político de México?

Yo creo que no. Que los presidentes se eligen de entre viejos lobos de mar, que ya pagaron su derecho de piso y no se van a dejar pisar por compromisos ni presiones.

Ojo, no me hablen de Menem y De la Rúa. Menem era un viejo lobo de mar, y nos cagó sonriendo. Son riesgos de la profesión de latinoamericano sufrido. De la Rúa era un viejo pelotudo. Y bueh.