dios, por qué los creaste?

Por qué los creaste estúpidos?

Muchas veces la calidad de una obra -teatral, pictórica, musical-, se juzga por el público al que atrae. Así, por más que la puesta en escena y la iluminación fueran grandiosas, los espectáculos (freak shows) de P. T. Barnum tenían un público de educación precaria y niveles altos de alcohol en sangre. Por contraposición, muchas veces encontramos a fanáticos del jazz de lo más elitescos apiñándose en un tugurio de mala muerte, expuestos a hedores y sabores vergonzantes en mesas minúsculas atendidas por meseros carentes de toda cortesía, nada más porque allí se escucha «el mejor jazz de la ciudad».

Desde los medios (o lo que solemos llamar «la opinión pública»), en general se favorece a estos últimos shows mientras que a los primeros se los comenta displicentemente, tachándolos de pasatistas y huecos, opinión que muchas veces comparto.

Podemos hacer lo mismo con otros conceptos? Lean unos párrafos que me robé del New York Times hoy:

Censorship in the Science Museums

Published: March 28, 2005

Big-screen Imax theaters typically offer lavish visual spectacles with bland and uplifting scripts. Their films are seldom the stuff of controversy. So it was a bit of a shock to learn, from an article by Cornelia Dean in The Times on March 19, that a dozen or so Imax theaters, mostly in the South, have been shying away from science documentaries that might offend Christian fundamentalists. Worse yet, some of those theaters are located in science centers or museums, the supposed expositors of scientific truth for public education.

Some of the documentaries whose distribution has been affected by religious controversy include «Cosmic Voyage,» a journey through the far-flung universe, and «Galápagos,» about the islands where Charles Darwin made observations that played a crucial role in his theory of evolution. «Volcanoes of the Deep Sea,» depicting the bizarre creatures that flourish near hot, sulfurous vents in the ocean floor, is the current focus of controversy. It was vetted for accuracy by a panel of scientists and was sponsored in part by the National Science Foundation, a government funding agency, and Rutgers University. It raised hackles by suggesting that life on Earth may have originated at these undersea vents.

Fuente: New York Times (requiere registrarse)
http://www.nytimes.com/

Hasta acá. Ahora pregunto: Si semejantes imbéciles se declaran seguidores de este dios en particular, que desaprueba la exhibición de documentales científicos en museos, alguien podría decirme por qué ignota razón vale la pena unirme a sus filas?

Juro que quiero reírme de todo este rollo, pero cada vez que ensayo una carcajada termino tomándome la cabeza en medio de un mar de incredulidad.