Celebración inesperada

El último lugar del mundo donde un latinoamericano espera ver una celebración de la «independencia», es Madrid. Y acá estoy, comiendo al sol frente a la Plaza de la Independencia, donde se alza la afamada Puerta de Alcalá.

Eso es ser buen perdedor, jejeje (aunque Eduardo Galeano se cabrearía ante la calificación de «bueno» a cualquier derivado de la colonización americana).

La Puerta de Alcalá, en la Plaza de la Independencia

La Puerta de Alcalá, en la Plaza de la Independencia