Entre risa y náusea

Voy a hacer apología del delito: por favor alguien vaya a la Nasa y hágale tragar los dientes a George Deutsch.

Era esperable que un gobierno fundamentalista como el de Bush intentara infiltrar bastiones de la ciencia (aunque también de la política) como la Nasa. Lo sorprendente es que el intento sea tan burdo: pusieron a un chico religiosito de 24 años que no terminó ni la carrera de Periodismo, ni un doctorado en Física, a editar, censurar y "dibujar" los comunicados que emite la agencia, para ablandar el discurso científico en favor de impulsar posiciones religiosas y silenciar un poco las alarmas por calentamiento global (protocolos de Kyoto: up yours).